—Eso es lo que son ustedes. Todos ustedes son eso —dijo Miss Stein—. Todos los jóvenes que sirvieron en la guerra. Son una generación perdida.
—¿De veras? —dije.
—Lo son —insistió—. No le tienen respeto a nada. Se emborrachan hasta matarse…
París era una fiesta, Ernest Hemingway
El escritor Scott Fitzgerald fue parte de esa generación, conocida como «Generación perdida», la cual transcurrió entre el final de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión. Desde el principio de su carrera se vio rodeado de fama, dinero y fortuna, mismas que fueron en declive junto con su vida personal al paso de la década.
Nació el 24 de septiembre de 1896 en St. Paul Minnesota. En 1917 abandonó sus estudios en Princeton para enrolarse en el ejército. Al termino de la guerra regresó a ee.uu. y en Alabama conoció a Zelda Sayre, que se convertiría en su segunda esposa.
Escribió cinco novelas en total y decenas de historias que lo convirtieron en el máximo interprete literario de la llamada «era del jazz» durante la década de los 20. Su primera novela, A este lado del paraíso, se publicó en 1920 y fue un éxito en ventas, lo que marcó el inicio de los tiempos de abundancia para Fitzgerald. Sólo una semana después de la publicación de la novela contrajo matrimonio con Zelda —quien ya había roto el compromiso en una ocasión— en la catedral de San Patricio, en Nueva York. Al año siguiente nació su única hija: Francis Scott Fitzgerald.
Publicó diversos cuentos en revistas importantes como The Saturday Evening Post.
Fitzgerald, «bello y maldito»
Algunos escritores, como Enrique Vila-Matas, consideran que hay mucho de autobiográfico en la obras de Scott Fitzgerald: «Aunque tantas veces se lamentara Francis Scott Fitzgerald de no saber si tenía existencia real o era el personaje de una de sus novelas, sus quejas siempre sonaron absurdas, pues en gran parte era él quien había construido su leyenda de bello y maldito, y la vida se había encargado del resto: una leyenda de perdedor, fracasado, nostálgico, alcohólico, derrochador de su inmenso talento»1 Vila-Matas, Enrique, Anatomía del desastre en http://www.enriquevilamatas.com/textos/textanatomia.html
Hermosos y malditos, publicada en 1922, y The Great Gatsby, en 1925, representan el rápido ascenso que tuvo su carrera y que le permitió seguir siendo el ejemplo perfecto del llamado sueño americano. Durante este periodo de fortuna estuvo varias veces en Europa, principalmente en la Riviera Francesa y Paris, donde entabló amistad con varios escritores de su época. Ernest Hemingway fue uno de ellos y lo plasmó en París era una fiesta, una recopilación de sus memorias.
Escena de la película Midnight in Paris. Meeting Fitzgerald and Hemingway.
Hemingway escribió sobre Fitzgerald: «Su talento era tan natural como el dibujo que forma el polvillo en un ala de mariposa. Hubo un tiempo en que él no se entendía a sí mismo como no se entiende la mariposa, y no se daba cuenta cuando su talento estaba magullado o estropeado. Más tarde tomó conciencia de sus vulneradas alas y de cómo estaban hechas, y aprendió a pensar pero no supo ya volar, porque había perdido el amor al vuelo y no sabía hacer más que recordar los tiempos en que volaba sin esfuerzo».
Su obra maestra
En 1925, mientras vivía en Francia, escribió la que se considera su obra maestra: El gran Gatsby. Esta novela ha sido adaptada al cine en cinco ocasiones, siendo las más destacadas la versión de 1974 —con un guión de Francis Ford Coppola y dirigida por Jack Clayton— y el filme que se estrenó en 2013, el cual incluso se proyectó en la apertura del Festival de Cannes del mismo año.
La historia se desarrolla en Nueva York y Long Island, durante la segunda década del siglo
xx
. Trata sobre un narcotraficante de alcohol que, gracias a su negocio ilegal, se vuelve millonario durante la época de la «ley seca» en ee.uu.
Trailer El gran Gatsby
La debacle de su carrera
No obstante su gran talento, fue su vida personal lo que comenzó a mermar sus ganas de escribir. El alcohol y las constantes peleas con Zelda —diagnosticada con esquizofrenia en 1930— marcaron el comienzo del declive de su carrera.
En 1934 publicó Suave es la noche, la última de sus novelas terminadas. A partir de ese momento y abrumado por los gastos que implicaban los constantes internamientos de su esposa, se trasladó a Hollywood donde trabajó como guionista y adaptador con un sueldo establecido. Mientras tanto, comenzó una última novela que dejó inconclusa, pues murió en 1940 de un ataque al corazón en el departamento de su amante Sheila Graham.
La obra de Fitzgerald es un claro ejemplo de lo efímero de la «era del jazz», de lo efímero de la fama y abundancia que caracterizó la vida de este escritor. Hoy en día su trabajo sigue teniendo un gran valor para la literatura y muchos de sus escritos han sido adaptados al cine.