El responsable de esta imagen de Marilyn Monroe, fue Richard Avedon, famoso por revolucionar la fotografía de moda en la década de los 60 y 70, pues logró dotar de personalidad a las modelos que hasta ese momento se limitaban a ser simples maniquíes plasmados en páginas de revistas como Vogue o Harper´s Bazaar.
Otro elemento distintivo de su carrera, fueron los retratos que hacía de personajes famosos, donde algunas veces lograba sacarlos de su zona de confort. Algunas personalidades que posaron para su lente fueron Ingrid Bergman, los duques de Windsor, Elizabeth Taylor, Andy Warhol y Truman Capote.
Entre sus técnicas para lograr capturar «otra cara» de estas figuras públicas, acostumbradas a los reflectores, estaba la de someter a sus modelos a extenuantes sesiones fotográficas de hasta cuatro horas para lograr que bajaran la guardia.
El 6 de mayo de 1957 Marilyn Monroe posó para la lente de Avedon en su estudio en Nueva York; el motivo fue una sesión para la revista life. Durante horas bailó y posó bajo la influencia de una botella de vino blanco —según declaraciones del propio fotógrafo para la revista New York.
Cuando el fotógrafo dio por terminada la sesión, Marylin se quitó el personaje y cayó exhausta en un rincón, este momento fue aprovechado por Richard Avendon, que aún no apagaba su cámara y logró un retrato único de la actriz. El artista visual Vik Muniz señala que ese día Richard Avendon logró capturar una imagen de Norma Jeane —nombre real de la actriz—, no de Marilyn Monroe.