Es normal asociar el lsd con la cultura de la psicodelia y con el movimiento hippie; sin embargo, esta sustancia —que se popularizó, se extendió y hasta se prohibió en la acalorada década de los 60— se descubrió tres décadas antes. Aquí la historia de su aparición.
«A Girl Named Sandoz», The Animals
1. Albert Hofmann, un químico suizo contratado por los laboratorios Sandoz en Basilea, fue quien propició, por accidente, la dietilamida de ácido lisérgico cuando experimentaba con el alcaloide componente del cornezuelo de centeno.
2. Su experimento inicial, en 1938, había fracasado, pero decidió retomarlo años más tarde, en 1943, cuando, sin querer, tomó una pequeña dosis de la sustancia y sintió los psicodélicos efectos de ésta: visiones coloridas y caleidoscópicas, una plácida sensación de bienestar.
3. Tres días después de su intoxicación accidental, Hofmann ingirió 250 microgramos de lsd-25, calculando que ésa debía de ser la dosis mínima. El resultado fue una narcotización extrema que no le permitía expresarse claramente.
«Purple Haze», The Jimi Hendrix Experience
4. También sintió una angustia creciente y en su mente se debatían ideas catastrofistas y amenazadoras: estaba seguro de que estaba enloqueciendo.
5. Más tarde, los temores se desvanecieron y dieron paso a «una sensación de felicidad y agradecimiento crecientes; […] retornaban un sentir y pensar normales, y creía tener la certeza de que había escapado definitivamente del peligro de la locura».
6. Al día siguiente, Albert despertó hambriento y con una grata sensación de bienestar, percibiendo que sus sentidos «vibraban en un estado de máxima sensibilidad»: había surgido el fármaco más poderoso descubierto hasta entonces.
«Cirrus Minor», Pink Floyd
7. El auge de esta sustancia vendría con el lanzamiento de Delysid, nombre con el que los laboratorios Sandoz lo pondrían a la venta.
8. Los efectos del lsd se hicieron públicos y los medios comenzaron a hablar de trastornos pasajeros del afecto, de las alucinaciones, la despersonalización y la vivencia de recuerdos reprimidos, así como de experiencias místicas y hasta curaciones de personalidad y frigidez.
9. Los intelectuales y artistas encontraron una oportunidad para romper sus barreras psicológicas y emocionales o de adentrarse en «experiencias místicas». Así, personajes como los escritores Ernst Jünger y Aldous Huxley, y el científico Timothy Leary, no sólo la consumieron, sino que promovieron su uso.
10. Leary, incluso, promovía a tal grado su popularización sin restricciones que en 1966 fundó la Liga para el Descubrimiento Espiritual, una religión cuyo santísimo sacramento era el lsd.
11. Se dice que el nombre de la canción «Lucy in the Sky With Diamonds», de los Beatles, es un acróstico de lsd, aunque en su momento John Lennon negó que esto fuera cierto.
«Lucy in the Sky With Diamonds», The Beatles
http://www.youtube.com/watch?v=ZqXmBy1_qOQ
12. El nombre de The Doors deriva del título del libro de Huxley, The Doors of Perception —Las puertas de la percepción— (1954), en el que narra sus experiencias con la mezcalina, y que a su vez fue tomado del texto The Marriage of Heaven and Hell —Las bodas del cielo y el infierno— (1793), de William Blake: «Si las puertas de la percepción se purificaran, todo se aparecería al hombre como es: infinito.»
13. Hasta el momento no se tienen registrados casos de muerte por sobredosis de lsd, pero sí ha habido quienes cometen suicidio imprudencial por la alteración de los estados de conciencia y ego.
«The Test», The Chemical Brothers:
Texto adaptado de «lsd, ego y contracultura», en Para chicos malos, éstos; col. Acervo Algarabía, 04; Editorial Lectorum y Editorial Otras Inquisiciones : México, D.F., 2014; PP. 47-54.