¿Por qué vuelan los pájaros? ¿Cómo es que los aviones se mantienen en el aire sin mover sus alas? ¿Podrá el hombre algún día volar?
Todas son preguntas que alguna vez te has hecho y que, seguramente, nadie te ha podido responder con claridad. Pero en Algarabía Niños te lo vamos a explicar.
¿Qué es volar?
Volar es la capacidad de moverse de un lado a otro mientras se está suspendido en el aire, flotando. Ya sea con alas o sin ellas; con superpoderes o por naturaleza; por diversión, o por supervivencia, volar es uno de los fenómenos más asombrosos de los que podemos ser testigos. Pero, ¿cómo es que un ser puede volar? Vayamos por partes.
¿Cómo vuelan las aves?
La primera pregunta es, en realidad: ¿por qué vuelan las aves?
La respuesta: igual que todos los seres vivos del planeta, las aves se han adaptado a sus respectivos entornos naturales para garantizar su supervivencia. En su caso, del vuelo dependen aspectos importantísimos como la alimentación y la protección contra depredadores, además de que lo necesitan para huir de los cambios climáticos que se presentan en las diferentes épocas del año.1 Las aves suelen emigrar hacia climas cálidos durante el invierno.
Para estos fines, las aves fueron diseñadas de manera distinta a todos los demás seres en el planeta:
- tienen huesos huecos, lo cual las hace más ligeras, de modo que para ellas el mantenerse en el aire es cosa fácil.
- tienen músculos sumamente fuertes que les permiten moverse durante horas; éstos son tan resistentes, que si los músculos de los seres humanos fueran proporcionalmente fuertes, tendríamos en los brazos casi 20 veces más fuerza de lo normal.
- tienen plumas, y ésta es la característica que los científicos toman en cuenta para definir que un ser es un ave. Las plumas hacen que las aves sean bellas y coloridas, además de que son un elemento fundamental para el funcionamiento de las alas.
- las alas, un par de órganos que sirve a estos animales para moverse entre los vientos. Se dice que su forma es aerodinámica pues una parte de ellas es más angosta que la otra, permitiendo que la presión del aire sea diferente en cada uno de sus lados y que se generen sobre ella dos distintas fuerzas: la de sustentación, que va de abajo hacia arriba y que mantiene a las aves lejos del suelo, y la de arrastre, que va de atrás hacia delante y les permite avanzar y moverse en diferentes direcciones.
¿Más claro? La fuerza de sustentación sería el equivalente a poner una secadora para el cabello debajo de una pelota de ping-pong, y la de arrastre a ponerla acostada sobre una mesa, de modo que la pelota pudiera moverse. A este fenómeno se le conoce como Efecto de Bernoulli.
El efecto de Bernoulli es la explicación de que las aves, igual que los aviones y todo aquello que tiene alas, pueda mantenerse en vuelo, al permitir que el aire que pasa debajo de ellas lo haga con mucha más presión que el que pasa por encima.
- pingüino
- avestruz
- pato doméstico
- gallo
- gallina
- kiwi
- y el extinto dodo
Existen, en cambio, algunos insectos privilegiados que por tener alas también pueden volar:
- moscas
- mosquitos
- cucarachas
- avispas
- polillas
- abejas
- escarabajos
La naturaleza es increíble, y así como los peces pueden vivir bajo el agua, las aves tienen alas para poder volar. Pero… ¿qué hay de los mamíferos?
Una curiosa especie de mamíferos son las ardillas voladoras, aunque éstas en realidad no vuelan: gracias a las membranas de la piel en sus extremidades puede planear y realizar grandes saltos, como si tuvieran su propio paracaídas.
En realidad, sólo existen en el mundo dos mamíferos que pueden volar: primero, los murciélagos, que por poseer alas y una estructura similar a la de las aves pueden trasladarse como ellas por los aires; el segundo, el hombre, aunque no tiene alas propias.
A nosotros nos tocó lo mejor de la naturaleza: inteligencia y razón. Así, cuando el ser humano quiso volar, se valió de su imaginación y de su conocimiento sobre el mundo que lo rodeaba y se las ingenió para ponerse a la par de la naturaleza y lograr volar en aviones, helicópteros, globos y otros artefactos.
¿Quieres saber cómo vuela el hombre? No te pierdas la segunda parte de ¡A volar!