adplus-dvertising

El origen del semáforo

Del griego σῆμα, ‘señal’, y ‒́foro ‘portar’, el término semáforo es, en realidad, muy reciente, pues hay registros de su uso en español a partir de 1884 —según el diccionario etimológico de Corominas.

Del griego σῆμα, ‘señal’, y ‒́ foro ‘portar’, el término semáforo es, en realidad, muy reciente, pues hay registros de su uso en español a partir de 1884 —según el diccionario etimológico de Corominas.
En la antigüedad se les llamaba semáforo a las torres que se usaban para enviar señales —ya fuera por medio de fogatas o banderas— para comunicar avisos urgentes —sobre todo cuando se requería de ayuda de pueblos vecinos en caso de invasión enemiga o para anunciar la muerte de algún monarca en agonía.
s9-semaforo-KnightLuego, en el siglo xix, así se llamó a las estaciones portuarias que contaban con señales visuales —que se mostraban en un mástil—, para avisar de la llegada de ciertos buques o para dar a conocer avisos urgentes. Más tarde, durante ese siglo, se usó ese nombre para llamar a las estaciones telegráficas.
En diciembre de 1868, se instaló el primer semáforo en Londres —una columna de hierro de 6 metros de altura—, diseñado por el ingeniero ferroviario John Peake Knight. El semáforo de Knight —instalado cerca de la Cámara de los Comunes— contaba con dos «brazos» que se alzaban para indicar el sentido y el momento en que debían detenerse los vehículos y era operado por un oficial de policía que lo controlaba de forma manual.
Lo interesante del semáforo de Knight es que ya contaba con lámparas de gas con los colores rojo y verde para que pudieran verse de noche. A menos de un mes de «inaugurado» este semáforo, explotó el tanque de gas y mató al operador. Por lo sucedido, la invención fue descartada para usarse con gas.
Las luces rojas y verdes ya se empleaban en las señales de ferrocarril, que a su vez se heredaron de las señales marítimas, en donde se usan banderas —ahora luces— de estos colores para evitar colisiones entre los barcos.
Hacia 1910, el ingeniero Earnest Sirrine adaptó el diseño de Knight y cambió el tanque de gas por una instalación eléctrica. El primero de estos modelos se instaló en Cleveland, en 1914.
El primer semáforo automático —también con luces verdes y rojas— fue patentado por William Ghiglieri en San Francisco, California, hacia 1917.
En 1920, William Potts —oficial de policía de Detroit— agregó la luz ámbar intermedia para advertir del cambio de luces y así evitar muchos accidentes de tránsito que ocurrían justo en el cambio inminente de luces.
s9-primer-semaforo
Sin embargo, tuvo que esperar a que la legislación estadounidense los aprobara. Debido a la ii Guerra Mundial, la producción de semáforos de tres luces para los ee.uu. se retrasó hasta finales de los años 40.
El cambio de luces en los semáforos puede variar desde 35 segundos hasta 120, de acuerdo con la afluencia de la avenida —muchos ahora son controlados por sensores de movimiento— o del cortocircuito que la última lluvia les haya dejado.

Y en México…

Aunque don Porfirio Díaz estableció un cuerpo de policía de tránsito que debía controlar el paso de vehículos en las principales avenidas del país, debido a las revueltas de 1910 ya no pudo instalar los primeros semáforos eléctricos en México, pues ya existía un proyecto para su instauración.
Por esta razón, en México se instalaron los primeros semáforos manuales hasta 1930. Un par de años después, se colocó el primer semáforo automático en el cruce de Avenida Juárez y San Juan de Letrán—la esquina donde ahora confluyen: la Torre Latinoamericana, la explanada del Palacio de Bellas Artes y el anexo Guardiola.
En Akureyri, Islandia, las luces de los semáforos tienen forma de corazón.

Del Exonario

Aunque la luz ámbar del semáforo indica que uno debe reducir la marcha del automóvil, por lo regular, la mayoría de la gente acelera para no tener que esperar el cambio de luces.
A esta acción se le puede llamar flavilabar; del latín flavus, ‘amarillo’ y elabor, ‘escapar’.
s9-semaforo-corazón
Por último, durante una vida citadina, cada persona espera un promedio tres semanas a que cambien las luces de los semáforos.

Compartir en:

Twitter
Facebook
LinkedIn
Email

Deja tu comentario

Suscríbete al Newsletter de la revista Algarabía para estar al tanto de las noticias y opiniones, además de la radio, TV, el cine y la tienda.

Las más leídas en Algarabía

Scroll to Top