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¿Sólo los locos van al psicoanalista?

Una razón —aparentemente simple— por la que sólo unos pocos se acercan al psicoanálisis es la idea errónea de que el tratamiento psicoanalítico está dirigido a los que coloquialmente etiquetamos de «locos».

Una razón —aparentemente simple— por la que sólo unos pocos se acercan al psicoanálisis es la idea errónea de que el tratamiento psicoanalítico está dirigido a los que coloquialmente etiquetamos de «locos». Sin embargo, ir a psicoanálisis supone todo lo contrario: un atisbo de cordura y salud mental, y la lucidez necesaria para comprender la trama compleja que nos conforma, la autoestima para confrontarnos y ver lo que no nos gusta de nosotros, además de la valentía para asumir errores y cambiar hábitos.
La «locura» es una etiqueta muy temida que se adhiere a todo aquel cuyo funcionamiento se aparta de los «criterios de normalidad» que cada sociedad establece. De esta manera, se entiende que «loco» es aquella persona inadaptada, que distorsiona la realidad y que es una amenaza para sí misma y para su medio familiar y social.
Una tendencia común es la de alienar y marginar a todo aquel que, mediante su descontento y su dolor emocional, denuncia y critica los vicios, las fallas y los valores imperantes de una sociedad. De este modo, se traza socialmente una línea que separa lo «normal» de lo «anormal», sin admitir puntos medios ni gradación alguna.

¿De dónde vienen nuestros males?

Los padecimientos emocionales se atribuyen a una multiplicidad de causas que se combinan; sin embargo, de modo general, podríamos hablar principalmente de:

  • Condiciones congénitas: aquí valdría la pena destacar el lugar que tiene el temperamento —aquella disposición emocional con la que nacemos y que marca nuestra forma de reaccionar frente a los estímulos del medio— y el papel de ciertos factores orgánicos, tales como las condiciones genéticas y las enfermedades físicas que se sufren en los primeros meses de vida.
  • Carencias emocionales tempranas: fallas en la relación afectiva con los padres, quienes, por diversas circunstancias, resultan ineficientes para aportar la calidez, la seguridad y la estabilidad necesarias para que todo individuo desarrolle una confianza básica en la vida y pueda construir una autoestima sólida que favorezca una apertura a los vínculos con otras personas.
  • Condiciones desfavorables en el entorno social: situaciones de pobreza, inseguridad y violencia, entre otros.
  • Condiciones desafortunadas en la vida: pérdidas tempranas de figuras amadas, situaciones traumáticas y accidentes en los años formativos; todo tipo de frustraciones y decepciones.

Los cuerdos al diván

Ahora sí, podemos retomar el mito de que llevar un tratamiento psicoanalítico es válido sólo cuando uno está loco como para necesitarlo.
Para tratar los padecimientos psicóticos y otros trastornos graves de la personalidad, se aplican técnicas derivadas del psicoanálisis, ya que el tratamiento psicoanalítico clásico en diván sólo es aplicable a personas «cuerdas». Estos pacientes deben contar con una estructura de personalidad lo suficientemente sólida para tolerar un proceso terapéutico que lo llevará a conocer las causas inconscientes que motivan su conducta, descifrar el sentido y el significado de sus sueños y síntomas, o saber más del tipo de relaciones que tiende a establecer con los demás. Todo esto le permitirá conocerse a sí mismo y le dará la posibilidad de encontrar mejores soluciones a sus conflictos internos.
Si bien es cierto que el psicoanálisis pone el acento en el sufrimiento humano —en aquella voz interna que nos recuerda nuestra vulnerabilidad ante un mundo que dista de ser el eterno oasis de satisfacción al que aspiramos—, también es cierto que el psicoanálisis aporta un espacio para reflexionar sobre nuestra historia de vida y conocer nuestra verdad. De este modo, nos ofrece recursos para entrar en contacto con las inmensas y —muchas veces— desconocidas posibilidades que habitan en nuestro interior, nuestras potencialidades y nuestras aspiraciones más profundas.
En la sección de comentarios comparte con nosotros: ¿consideras que el tratamiento psicoanalítico es efectivo? ¿Crees que solamente es para personas «locas»?
Aprende más sobre psicoanálisis en el libro Mitos del diván de Algarabía Libros.

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