méxico – Algarabía https://algarabia.com Algarabía Mon, 21 Apr 2025 22:13:04 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 https://algarabia.com/wp-content/uploads/2021/06/favicon.png méxico – Algarabía https://algarabia.com 32 32 La Bibliotequita del Bosque Cuauhtémoc https://algarabia.com/la-bibliotequita-del-bosque-cuauhtemoc/ Tue, 29 Apr 2025 07:21:00 +0000 https://algarabia.com/?p=93720 En una de mis visitas a Morelia en el año 2021 y después de muchos años, fui a pasear por el Bosque Cuauhtémoc, a descubrir en él una pequeña construcción que no existía durante mi infancia. Atravesé el claro de pasto, di la vuelta a la reja color verde para encontrar el frente y me sorprendí gratamente ya que sobre su fachada blanca estaba escrito: «Biblioteca Pública Municipal Morelia 450 Aniversario».

La reja estaba cerrada con un candado, así que saqué una moneda de $10 y la usé para golpearlo con la esperanza de que alguien escuchara y me abriera. Tuve suerte. Un hombre de cabello negro canoso, barba de candado y tez blanca salió del pequeño edificio para atravesar el patio y alcanzar la puerta. Se trata de Óscar Tapia Campos, el encargado.

—Ahorita está cerrado por la pandemia.

Era noviembre del año 2021 y se seguía escuchando la misma cantaleta entre los servicios públicos y privados.

Recapitulemos

La Biblioteca se inauguró en 1990, año en que Morelia cumplió 450 años de haber sido fundada. De ahí su nombre «450 Aniversario», aunque es mejor conocida como la Bibliotequita del Bosque. Óscar me explicó que el inmueble depende del municipio, el personal del gobierno del estado y el acervo de la federación.

—Los niños de las escuelas cercanas pasan la tarde aquí, hacen la tarea en lo que sus papás salen de trabajar—, me dijo. También hago actividades de aprendizaje y lectura con los niños.

Después me enteré que la Bibliotequita del Bosque ofrece cursos de verano. Además, es sede de clubes de actividades recreativas, como el Club de Ajedrez del Bosque Cuauhtémoc desde septiembre de 2022, y de eventos culturales, como el XVII Festival de Poesía «Palabra en el Mundo», celebrado del 1º al 30 de mayo del año 2023. 

Aunque suene contradictorio, también hay cabida para el descanso en la Bibliotequita del Bosque.

—Por ratos, vienen a descansar al pasto los cuidadores de los pacientes en los hospitales—, incluso hay unos árboles altos y de tronco grueso donde recargar la espalda, pensé. Es más seguro para ellos y está limpio, aquí no se permiten mascotas.

Hay varios hospitales privados aledaños y hasta noviembre del año 2020 se ubicaba en la misma área que la Bibliotequita el Hospital Infantil de Morelia Eva Samano de López Mateos. Éste fue mudado a Ciudad Salud en la lejana y poco accesible periferia de Morelia, junto con el cercano Hospital Civil de Morelia Dr. Miguel Silva. Ambos inmuebles siguen de pie y en 2023 la Secretaría de Salud del Estado de Michoacán autorizó su donación a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo para convertirse en hospitales universitarios.

Recorridos

Entendí el descanso que buscan los cuidadores que se refugian en el pasto de la Bibliotequita del Bosque. Recordé cuando mi mamá estuvo internada cinco noches en el Hospital General de Zona del IMSS en Charo. Me sentía tan fatigada del encierro, de respirar el mismo aire, de no saber cómo avanzaría la enfermedad terminal. Salía a ratos a acostarme en los pastos del hospital bajo la sombra de los árboles. 

Me despedí de Óscar inspirada por la labor de la Bibliotequita. Vino a mi memoria la ocasión en que mi abuela vino de visita a Morelia, pues ella vivía en Guanajuato, y me llevó a buscar hongos en el claro donde ésta se ubica. Fue un mes de octubre, tarde para la temporada, así que apenas encontramos uno pequeño color café. Seguí mi paseo por los jardines de rosales del Bosque, me recordaron a los rosales que tenía mi mamá en su jardín. Fui a curiosear y sí, ahí siguen los juegos mecánicos a los que mi tía Isabel y mi mamá me llevaban con mis primos y donde nos compraban refrescos Chaparritas luego de haber disfrutado del trenecito y del carrusel. Volví a ver la cumbre más alta de la pista de bicicletas hecha de terracería, la que nunca me atreví a rodar, aunque mis primos mayores nos animaban a mi prima Estefanía y a mí a lanzarnos.

Después caminé por la avenida Lázaro Cárdenas y llegué al quiosco construido en concreto y pintado en color café para simular troncos de madera en el que alguna vez celebramos el cumpleaños número nueve de mi amiga Camelia. Los globos de colores colgados de la orilla del techo decoraron el quiosco esa vez. Vi, no tan lejos, el Museo de Historia Natural, al que fui en alguna visita escolar. Más adelante, sobre avenida Acueducto, alcancé el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce, que visitaba en mi adolescencia emperifollada con aretes y un dije de ámbar comprados a los hippies en algún Festival Internacional Cervantino. En las salas del museo algunos amigos pintores expusieron. 

Con tristeza e ilusión, en marzo de 2023 regresé a la Bibliotequita del Bosque a entregar la donación de la Enciclopedia de los Museos. La hojeé antes de visitar Washington, DC, y París en mi adolescencia. Pero ahora, desocupaba el departamento de mi madre fallecida y ya no podía conservar sus 29 tomos. Traté de colocarla sin éxito entre amantes del arte. Empacada en dos pesadas cajas de cartón, mi esposo y yo la entregamos a Óscar, quien prometió impartir algunas clases con ella para darla a conocer entre los niños. 

Ese día, la Bibliotequita del Bosque ya estaba abierta al público y unos seis niños y niñas de primaria estaban sentados en la mesa del patio, bajo la sombrilla, recibiendo el viento mientras hojeaban libros y hacían la tarea.


Puedes seguir a Carla Pascual en:

]]>
José Vasconcelos https://algarabia.com/jose-vasconcelos/ https://algarabia.com/jose-vasconcelos/#comments Mon, 24 Mar 2025 14:18:40 +0000 https://algarabia.com/?p=58242 Este pensador mexicano dotó a la nación de un sistema educativo y un marco cultural novedosos en las circunstancias revolucionarias que se suscitaban, llamado José Vasconcelos. Sus logros y esfuerzos le dieron reconocimiento como el «Maestro de la juventud», por su pensamiento unificador de Hispanoamérica en una gran patria.

José María Albino Vasconcelos Calderón impulsó el proyecto político y de educación que buscaba cambiar el rumbo de México durante una etapa de incipiente urbanización e industrialización del país, pues tenía como objetivo combatir la ignorancia como un mal derivado de un sistema educativo desorganizado y deficiente.

Vasconcelos era originario de Oaxaca, nació el 27 de febrero de 1882, Su padre fue agente aduanal, por lo que vivió poco tiempo en su ciudad natal, durante un tiempo vivió en Coahuila y posteriormente viajó por diversas ciudades del país.

Pertenecía a una familia de clase media, así que tuvo la oportunidad de asistir a varias escuelas durante su peregrinar. Estudió en la Escuela Nacional Preparatoria —que era baluarte del positivismo— en la Ciudad de México y después en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, en donde se graduó como abogado en 1905.

Tomado de: www.sinembargo.mx

Desde temprana edad, Vasconcelos definió sus ideales; era discípulo de Justo Sierra y, aunque trabajó un tiempo al servicio del gobierno de Porfirio Díaz, también se integró al grupo «Ateneo de la Juventud», una asociación de personajes ilustres que buscaban erradicar la concepción que se tenía sobre la cultura, para convertirla en esencia de la educación y el desarrollo del país. Desde ese momento se declaró contra la dictadura que vivía sus últimos días, y se comprometió con el movimiento insurgente de Francisco I. Madero.

Al finalizar el movimiento maderista con el fusilamiento de su representante a un costado del Palacio de Lecumberri, Vasconcelos figuró como representante de este proyecto revolucionario en Washington y Londres. Tras el triunfo de la rebelión derivada del Plan de Agua Prieta, fue nombrado Rector de la Universidad Nacional de México en 1920, lo cual le permitió organizar y dar coherencia a la educación en sus distintos niveles, así como bosquejar la estructura de lo que sería su próximo proyecto al frente de la Secretaría de Educación Pública.

El educador de un país

Si bien José Vasconcelos fue incluido a la esfera política a partir de que se involucrara en la arena pública contra la dictadura de Díaz, ya desde antes había desarrollado su carrera filosófica con ensayos y reflexiones que elaboró a partir de lecturas embriagantes de las obras de Nietzsche y Schopenhauer.

Su aporte a la educación del país también contempla sus numerosos textos creados mientras se desempeñaba como Ministro de Educación entre 1920 y 1924, mientras Álvaro Obregón ocupaba la presidencia.

Tomado de: cidesoc.com

Vasconcelos organizó la Secretaría a su mando en tres departamentos: Escolar, de Bellas Artes, y de Bibliotecas y Archivos. También impulsó la educación popular, creó bibliotecas, agotó un amplio programa de publicaciones y ofreció los espacios de la dependencia para entusiasmar el trabajo trascendental de los muralistas, con el fin de simbolizar allí la ley de los tres estados: el material, intelectual y estético —una síntesis de lo que él postula como la «Raza Cósmica»—.

«Vasconcelos personificaba entonces las aspiraciones educativas de la Revolución: reunía condiciones excepcionales para inaugurar esa era de verdadero y grandioso renacimiento espiritual de México»

Daniel Cosío Villegas.

En 1924, luego de renunciar a su cargo en la sep, contendió por la gubernatura del estado de Oaxaca, pero fue derrotado y decidió exiliarse en Europa. Cuatro años más tarde regresó a México para continuar con su carrera política y buscar la presidencia de México por el Partido Nacional Antireeleccionista. Luego de perder en esa contienda —muchos aseguraban que existió fraude electoral— proclamó una rebelión armada en 1929 que no tuvo éxito.

Gracias a su entramado filosófico y político que lo llevaron a una postura nacionalista, impulsó la enseñanza directa de parte de los que saben algo a favor de los que no saben nada, para encaminar la transformación social hacia el aumentó en la capacidad productiva e intelectual de hombres libres.

Te recomendamos leer…
Verbos para entender al mexicano
El futuro del campo mexicano
Albores del cine mexicano

]]>
https://algarabia.com/jose-vasconcelos/feed/ 8
Cartearse en 2020 https://algarabia.com/cartearse-en-2020/ Mon, 10 Mar 2025 18:57:16 +0000 https://algarabia.com/?p=93482

La información no genera vínculo; los objetos, sí.
Byung-Chul Han

Los mensajes por chat en mi celular iban y venían en mayor cantidad que de costumbre. «No salimos ni al súper», «Mi hermano está contagiado», «Por fin puedo tomar el curso de arte que tanto quería, ahora es por videoconferencia». Estábamos confinados a raíz de la pandemia declarada como tal por la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo de 2020 y ocasionada por el virus SARS COVID-2 . Sólo nos quedó la virtualidad para seguir estando cerca.

Conforme pasaron los meses, la intensidad en los grupos de chat continúo, parecía que, a más mensajes, más vínculo. «Les mando una foto de hoy, por primera vez salimos, fuimos al Bosque de Chapultepec», nos escribió mi amiga Frinee. Me detuve y quise hacer memoria, ¿qué recuerdos estaba forjando con mis amistades? Cada nuevo mensaje anulaba el previo, las fotos que me enviaban sobre sus vidas pronto se perderían entre los cientos de piezas de información almacenada en la nube. Pensamos que volveremos a las fotos y a los videos porque lo digital sobrevivirá por siempre gracias a la gran capacidad de memoria en nuestros dispositivos y en la nube. La verdad es que es tanto volumen intangible que se nos olvida.

Sólo basta una carta o postal

No había forjado recuerdos con mis amistades durante los meses de aislamiento causado por la pandemia, ni recuerdos sobre los sucesos de su vida, ni sobre su sentir porque no había compartido momentos presenciales con ellos. ¿Qué hacer?

—Miren lo que me encontré—, irrumpió Óscar en el grupo de chat de mis amigos de la licenciatura. —Esta postal de Barcelona me la envío Gloria en el año 2000.

Quedamos asombrados. Gloria se arrancó a chatear sobre sus recuerdos en ese viaje. Yo recordé que era una asidua escritora de cartas en mi adolescencia, enviaba unas dos al mes a mis amigas, quienes me respondían, a veces con postales de sus ciudades o de los lugares que visitaban.

Yo estaba felizmente confinada en la Riviera Maya, en Quintana Roo, ¿por qué no enviarles postales de su bello arrecife de coral y de la zona arqueológica de Tulum, que mira al mar turquesa? Aproveché que algunos comercios comenzaron a abrir para buscarlas en Playa del Carmen. En un viejo portapostales pintado de blanco, oxidado y casi vacío, encontré suficientes.

Contagié a mi esposo y envío dos postales. ¿Se habrá debido a que el último regalo que le dio su mejor amiga antes de morir de cáncer fue el bonche de cartas y postales que ellos intercambiaron?

Salvador colgó en el refrigerador la postal que recibió de Carla Pascual

Como en los viejos tiempos

Cuando le escribí su postal a Maylin, recordé con ella los cursos de literatura que tomamos juntas; con Salvador, nuestras idas al teatro; con Dulce, Gloria y Tonatiuh, encuentros que se pospusieron por la pandemia y la promesa de retomarlos en cuanto fuera posible. Luego de tres semanas, me contactaron para agradecerme el detalle y Gloria tomó la estafeta, así que le compartí los domicilios de nuestros amigos de la licenciatura. Unos meses después Luis Pablo y yo recibimos sus postales de Mazatlán. Ella me escribió: «Carlita: disfruto de tomarme el tiempo de sentarme a escribir las postales junto con un café, de valorar lo más especial de mi viaje y escribirlo en la postal». Me sentí motivada para enviar una segunda ronda de postales, esta vez, de Morelia tomadas bajo el lente del cronista de la ciudad José Antonio Romo.

«Estuve en Morelia, donde crecí, un par de meses con mi madre. El home office ha sido un regalo para mí. Mi mamá me compartió recetas de cocina y yo le leí mi autobiografía sobre mi vida en Qatar, una obra que me llevó años escribir. Sabía de su enfermedad y mi madre sucumbió al cáncer en mayo», le escribí a Alejandro, cuya madre murió cuando éramos compañeros en la licenciatura.

A Alberto le envíe un abrazo especial por el fallecimiento de su padre por esas fechas. «Ahora ellos viven en nosotros», le escribí. Más adelante envíe una postal a Maylin: «Sigo en Morelia, viendo qué hacer con las propiedades, amistades, el hogar que fue Morelia para mí. Supongo que tuviste que hacer lo mismo cuando migraste de La Habana a la Ciudad de México”.

A Dulce le escribí: «Es momento de echar mano de tantos años de meditación, yoga, terapias, rituales; tú me has acompañado en ese camino». Y a Carmina, cuyo padre falleció hace varios años, le compartí que no supe cómo, pero de repente algo hizo click en mí y logré lo que anhelé por tanto tiempo: reconciliarme con mi madre. «Ahora me siento más vinculada con ella que nunca». Ironías de la vida y de la muerte.

También aproveché para echar una o dos fotos de recuerdo en el sobre junto con la postal, es decir, me di a la tarea de buscar dónde imprimir las fotos digitales almacenadas en mi computadora. Tristemente, solo Frinée, Leonardo y Dulce recibieron su sobre con la postal y fotografía y nunca me llegó la postal que me envió Luis Pablo desde Australia.

Postal del Jardín de las Rosas en Morelia, Michoacán, enviada a Frinée

También internacionales

Me queda el recuerdo de la postal que me envió Gloria de su viaje a Alemania. Está impregnada de uno de los sucesos más importantes en su vida: el nacimiento de la hija de su hermano, la única sobrina de la familia, y cuya llegada al mundo motivó su viaje, junto con la boda de su hermano y conocer a la familia política. Con razón escogió la postal de un jardín de tulipanes colorido, lleno de vida.

Si quieres aventurarte a enviar postales, envíalas en sobre y por correo certificado de Correos de México, así es más probable que alcancen su destino. Y si lo alcanzan, sentirás alegría de compartir un recuerdo tangible en la era digital.

Carla Pascual recibió una postal de Alemania por parte de Gloria

PD: Me gusta escribir cartas, me gusta recibirlas, pero me desmotiva que no alcancen su destino. Hace unos 15 años, propusimos una transformación para Correos de México; había que modificar la red logística. Puede sonar muy complicado, pero esta solución no resultaba amenazante porque no implicaba despedir personal ni introducir maquinaria, aspectos a los que se niegan los sindicatos y otros involucrados. Era un buen momento para la transformación del servicio postal mexicano, pues no había tantos proveedores de mensajería como ahora. Pero Purificación Carpynteiro, quien comenzó esta transformación, no quiso quedarse como titular, sino que se fue a buscar una subsecretaría. No alcanzó a escuchar nuestra propuesta y quien la sucedió, no tuvo interés en implementarla. Y así ha seguido pasando el tiempo y aumentando el deterioro de Correos de México.


Puedes seguir a Carla Pascual en:

]]>
De la porcelana japonesa a la talavera poblana https://algarabia.com/de-la-porcelana-japonesa-a-la-talavera-poblana/ https://algarabia.com/de-la-porcelana-japonesa-a-la-talavera-poblana/#respond Wed, 19 Feb 2025 04:53:15 +0000 https://nuevaimagen.algarabia.com/de-la-porcelana-japonesa-a-la-talavera-poblana-2/ A pesar de que la porcelana 1 v. Algarabía 68, mayo 2010, ¿Qué onda con… la porcelana?; p. 14. está presente en muchos aspectos de nuestra vida diaria, generalmente pasa inadvertida. Por ejemplo, ¿qué hay de esa porcelana, la que se encuentra en los museos, la que parece, en ocasiones, un elemento distante a nuestra cotidianidad, que evoca imágenes como la de un jarrón chino?
s42-talavera-0
Estos objetos quizá despiertan poco interés en la mayoría de las personas, pero considerados históricamente, entrañan complejas redes comerciales, sociales, culturales y tecnológicas.2 Síntesis de Fátima Castro Rodríguez, Porcelana japonesa en México Virreinal, México: Editorial Tierra Firme, 2012, apoyado por el Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del FONCA.
Como resultado de los intercambios comerciales entre Asia y la Nueva España durante el periodo virreinal, existe un importante número de piezas y restos arqueológicos que dan cuenta de la influencia cultural que esta región del mundo tuvo en las artes y costumbres de México.
Aunque los historiadores hablan de China como el país asiático que ejerció mayor influencia en la Nueva España, una cantidad importante de piezas de fabricación japonesa ha sido encontrada tanto en la costa —a lo largo de la ruta comercial china— como en las ciudades más importantes de nuestro territorio. Descubramos cómo se desarrolló este intercambio entre México y Japón.

El Monopolio chino

El comercio entre Asia y la Nueva España se realizó gracias a la ruta comercial que conocemos como Nao de China o Galeón de Manila, 3 v. Algarabía 63, diciembre 2009, Cuándo y dónde: «La Nao de China»; p. 83. cuyo enclave español estaba en las islas Filipinas. Los intermediarios eran comerciantes chinos llamados sangleyes, pero las mercancías tenían procedencias diversas; es decir, no todos los artículos que se cargaban en el Galeón eran chinos, aunque el término «chino» se aplicó como una etiqueta genérica que describía todo lo asiático —a todas las especias, telas o porcelanas provenientes de China, Japón, Vietnam, India o Indonesia—. Incluso, hasta nuestros días, muchas piezas de origen diverso en distintas colecciones privadas y públicas siguen catalogadas como si fueran de origen chino.
s42-talavera-1
La Nao trajo consigo un sinnúmero de productos asiáticos. Y de entre ellos, la porcelana era, sin duda, uno de los que tenían mayor relevancia en las artes, la cultura y la sociedad, pues era reflejo del capital económico y cultural de quien la poseía. Gran parte de la porcelana que se compraba en Europa era producida en China, que poseía el monopolio de la manufactura de la porcelana de exportación —además, el proceso de su elaboración era guardado en el más estricto secreto.
Sin embargo, a finales del periodo Ming —hacia 1644— la producción de porcelana china se redujo drásticamente, hasta ocasionar el cierre del principal centro de producción en Jingdezhen.4 La ciudad de Jingdezhen es conocida en China, como la «capital de la porcelana» Japón entonces trató de suplir la demanda local y de exportación, pero al carecer de los lazos diplomáticos necesarios, recurrieron a comerciantes chinos, por lo que se generalizó la idea de que la porcelana, las lacas, los biombos y las telas japonesas provenían de China. Además, en Japón la industria de la porcelana era relativamente nueva, por lo que los diseños copiaban a los chinos, y en gran medida se hizo así también para adaptarse al gusto extranjero.
Los jesuitas en la Nueva España intentaron establecer lazos comerciales y diplomáticos con Japón; sin embargo, los japoneses sin saberlo sólo mantuvieron relaciones con los Países Bajos. Los productos japoneses y de otras regiones de Asia se concentraron en Manila, Filipinas, desde donde fueron transportados hacia México, muchas veces, por contrabando, y gracias a la ayuda de japoneses expatriados y comerciantes holandeses. Incluso se ha descubierto que los misioneros fomentaban el tráfico de piezas japonesas para el beneficio de las órdenes religiosas en la Nueva España. Con el tiempo, la demanda de productos japoneses en México no sólo suplió la oferta china, sino que lo japonés se asentó en el gusto mexicano.

La talavera poblana

La talavera es un tipo de cerámica vidriada con un característico color blanco, que se elabora en Puebla. La decoración de la talavera suele ser de un tono azul muy particular que, combinado con el blanco opaco producido por la combinación de arcillas extraídas de Totiumehuacan y Loreto, le da a este estilo de cerámica las tonalidades particulares que la distinguen.
s42-talavera-2
Si bien la técnica puede haber llegado con anterioridad, las primeras menciones sobre su existencia datan del siglo xvii. A pesar de que el origen del nombre no se ha establecido con certeza, muchos coleccionistas e investigadores consideran que la hipótesis más plausible es que provenga del monasterio dominico español Talavera de la Reina, del cual podrían haber procedido los primeros frailes que enseñaron la técnica del vidriado.
Por otro lado, se trata de un caso emblemático que da cuenta de los procesos de hibridación de las formas asiáticas en las artes mexicanas, ya que podemos rastrear su origen en la porcelana japonesa, que adquirió una enorme importancia en la Nueva España. Ser propietario de una pieza de porcelana, incluso si era de calidad menor o estaba rota, era un símbolo de estatus.5 El auge de bebidas como café, té y chocolate impulsó la exportación japonesa; el consumo de chocolate era tan extendido que, incluso, las Carmelitas Descalzas prometían en sus votos renunciar a él, pero ante la creciente demanda de porcelana, no era raro que una monja pobre poseyera al menos una taza para chocolate.
La fuente de la Casa del Risco en San Ángel, en la Ciudad de México, muestra piezas de porcelana china y japonesa importadas durante el Virreinato
La talavera empezó siendo una reinterpretación de la porcelana asiática traída a México por los galeones durante la segunda mitad del siglo xvii hasta entrado el siglo xviii, cuando inició el declive de exportación de cerámica japonesa. La cerámica doméstica, específicamente la talavera poblana, contaba con la ventaja de que permitía combinar materias y técnicas locales que emulaban el lujo de los materiales y las formas asiáticas muy en boga entre los consumidores.
Al pasar de los años, el patrón de la loza conocida como «talavera» se extendió entre los artesanos, por lo que fue regulado por el gremio de loceros, donde se especificó en las ordenanzas del siguiente modo: «Las pinturas deben de copiar a las de China». Sin embargo, con el tiempo también comenzó a incorporar motivos del gusto local.
La talavera retomaba las configuraciones de la porcelana oriental, un caso específico es el uso de formas comisionadas en Japón para el consumo en Occidente. De igual forma, existe un número importante de piezas que representan ciervos y garzas, muy comunes en la porcelana china kraak, pero que al ser plasmados en las piezas de talavera, se mezclan con algunos elementos mozárabes y japoneses.
Estas piezas no son, como popularmente se piensa, una alternativa de bajo costo para aquellos que no podían adquirir las porcelanas del Galeón. La talavera era en ocasiones aún más cara que una porcelana, no sólo por su tamaño sino por lo complicado de sus diseños, los cuales requerían una gran cantidad de tintura azul que se obtenía del cobalto, un material por demás costoso. En ocasiones, su uso tan marcado le daba una cualidad casi tridimensional a las piezas. Será hasta más avanzado el siglo xviii cuando la influencia de la porcelana se presentará con más fuerza, ya que comenzará a adaptarse a un arreglo estilístico más rítmico y simétrico, más parecido a la talavera que conocemos.

Otras influencias japonesas

La preferencia por la porcelana permitió que las formas que provenían de Japón también se adaptaran al gusto y la cotidianidad novohispana.6 Además de la porcelana, los productos japoneses que llegaron con las naos se impusieron en diversas manifestaciones artísticas como la pintura. Los biombos son ejemplo de esto —la palabra viene de byoubu, el término japonés para designarlos— y también los enconchados que se asemejan a las lacas raden. Es también destacado el parecido que las lacas japonesas tienen con su contraparte en Olinalá Guerrero, o con el maque michoacano. Por ejemplo, los tazones para arroz o té [wan, 碗] se utilizaron como tazas para caldo o chocolate; igualmente algunos utensilios para la ceremonia del té diseñados para el mercado doméstico japonés y que fortuitamente llegaron a la Nueva España eran usados como floreros. La porcelana japonesa se volvió tan popular, que cuando los hornos chinos rehabilitaron su producción, copiaron el nuevo estilo japonés.
s42-talavera-3
Asimismo se fabricaron los galipots — botellas de porcelana destinada a almacenar productos farmacéuticos—, comisionados por los holandeses, que se basaron en formas de cristal muy usadas en Delft,7 Delft es una ciudad de la Holanda meridional. Su tradicional cerámica, se caracteriza por el empleo de azul y blanco pintado generalmente a mano, identificado con la marca escrita: Delfts Blauw —azul de Delft, en holandés. [N. del E.] las mancerinas —cuya invención se atribuye al Virrey Mancera— y los platos, por mencionar algunos.
Todos estos objetos transmitieron numerosos significados al consumidor, y cambiaron constantemente para adaptarse a las distintas necesidades de la gente. Estas piezas son como ventanas abiertas a uno de los intercambios culturales más fascinantes de la historia de dos continentes y al modo en que éstos contribuyeron a conformar el carácter nacional de un pueblo.

❉❉❉

Te recomendamos leer…

]]>
https://algarabia.com/de-la-porcelana-japonesa-a-la-talavera-poblana/feed/ 0
Cartearse en los 90s https://algarabia.com/cartearse-en-los-90s/ Fri, 14 Feb 2025 18:59:36 +0000 https://algarabia.com/?p=93358 En el departamento de mi madre, donde crecí en Morelia, aún tengo varias cajas con pertenencias mías. Llevan ahí un par de décadas, así que decidí no postergar más la depuración. Además de libros, fotos y algunos juguetes entrañables, en alguna sesión de limpieza me topé con un bonche de cartas, unas 250. Las vi con nostalgia por esa época en la que mis amistades no sólo eran las que vivían en Morelia, sino aquellas que se habían mudado de ella o que conocí en el extranjero. Llegaba de la escuela y cada semana revisaba el buzón. Y es que acumular 250 cartas en seis años, equivale a recibir tres cartas al mes de mis amistades.

Bonche de cartas de Carla Pascual

Yo carteo, tú carteas

Me recosté en la cama y comencé a leerlas. Estaban escritas en papel a raya, algunas en papel rosa mexicano, verde soldado, amarillo fosforescente, azul cielo, y otras en papel decorado y hecho específicamente para cartas. Incluso tuve la fortuna de ser el destinatario de una con letra manuscrita en tinta azul en papel hueso membretado con el nombre del remitente, Lucila Gutiérrez Ladrón, y metida en su sobre que hacía juego. Era una compañera del trabajo de mi mamá, quien me escribió una carta bien sentida cuando cumplí 15 años y comencé «a ser una mujercita», según sus propias palabras. «Recuerda que la “búsqueda” no termina nunca y que tendrás que enfrentarte a retos. Solo así encontrarás tu propia y verdadera realización y con ella, la felicidad que mereces», me escribió.

Durante la secundaria, las cartas de mis amigas hablaban sobre cómo habían pasado las vacaciones y cuando no estaban de vacaciones, sobre cuánto les urgía estar de nuevo de vacaciones. Supongo que yo hacía lo mismo. Llegaron a enviarme postales de sus viajes, por ejemplo, de Hawái, Puerto Vallarta, Lisboa, Disneylandia, Italia o Veracruz. No faltaban las tarjetas del día del amor y la amistad celebrado el 14 de febrero, de cumpleaños y de Navidad.

Verónica fue amiga mía durante nuestra infancia cuando ella llegó a Morelia, luego de que su familia fue desterrada de Chile por la dictadura de Augusto Pinochet. Volvió a su país en 1985 y en sus cartas me platicaba de sus amigas, a quienes conocí cuando fui a visitarla en 1990 a Temuco, Chile. Un suceso que le impactó especialmente fue el embarazo de una de sus compañeras a los 13 años. Aunque la escuela no la expulsó, su compañera se fue.

Durante la preparatoria, mis amigas me escribían sobre los chicos que les gustaban, como Oliva, que se había mudado de Morelia a Xalapa al concluir la primaria. «Bernardo me encanta y no me hace el más mínimo caso. A otra chica también le gusta y él se ha portado grosero con ella, así que mira, hasta mejor que yo no le guste, ya me doy cuenta de cómo es él». Oliva siempre me decía que me extrañaba muchísimo y que ojalá nos reuniéramos en algunas vacaciones, cosa que no sucedió.

Salió de entre el montón la carta en papel bond en la que mi novio Leonardo se me declaró un 14 de febrero. Él dibujaba muy bien y dibujó en la carta un coche deportivo junto con la pregunta «¿Quieres ser mi novia?», a lo que le respondí que sí, supongo que en una carta muy sencilla porque yo no tengo ninguna habilidad para el dibujo. No encontré ninguna carta más de Leonardo para mí.

El correo ya llegó

Mi amiga Erika me llegó a escribir luego de que se mudó a Ciudad de México para cursar la preparatoria. Ya hacíamos nuestros pininos en la poesía y me envío varios de sus poemas. Lo más curioso fue recibir, en el mismo sobre, la carta de Eduardo, un amigo suyo que llegó a su casa en compañía de Ligia en ese momento. Me imaginé la escena:

—¿Qué haces, Erika?
—Escribo una carta a mi amiga Carla.
—Mmm, yo también quiero.
—Pero ni la conoces— replica Ligia.

Pero Eduardo se sentó a escribirme cómo Ligia había chocado su «fabulosa nave espacial» al tratar de estacionarse entre el muro y un Gran Marquis nuevecito en el estacionamiento subterráneo de un centro comercial en Polanco. Ella se limitó a escribirme en tinta roja «Hola, yo soy Ligia». Al releerlo, Eduardo me pareció un bully, pues en su carta se dedicó a narrar los choques de automóvil de sus amigas, no sólo el de Ligia. Se despidió diciendo que me escribiría la próxima vez que Erika lo hiciera, pero no tengo ninguna otra misiva de él y tampoco recuerdo haberlo conocido en mis varias visitas a Erika a Ciudad de México.

Las cartas que, de nuevo, más me sorprendieron por su riqueza fueron las que me escribió Fernando Llanos desde Florencia, Italia, cuando fue a estudiar, grabado en 1994. A veces eran un diario, pues las escribía durante varios días y sumaban tres o cuatro cuartillas. «Nos acabamos de salir a la Piazza Savonarola porque hace un clima sabrosón y es más chido escribir la cartita al aire libre; claro que me traje mi Walkman con The Cure adentro para amenizar todavía mejor». Podía escucharlo nítidamente al leerlo. También me indicaba cómo leer algunas expresiones: con tono fresa: «Mil gracias por tu carta que está mega (te lo juro)»; con tono Álex Lora: «el frío ya se está yendo a la chingada de aquí». Además, hacía dibujos en ellas o les pegaba recortes de fotografías. Disfrutaba escribirme y para mí, leer sus cartas era toda una diversión.

Carta de Fernando Llanos desde Italia a Carla Pascual

¿Regresar el trend?

Pertenezco a la generación de transición entre el mundo análogo y el digital, así que alcancé a recibir cartas escritas en computadora en 1995. En 1996, recibí unas cuantas más, pues el año previo había comenzado la licenciatura y escribí cada vez menos. Aún recuerdo haberme esforzado por escribirle a varias amigas sobre mi nueva vida en la Ciudad de México y correr hacia la oficina de correos que se ubicaba en la calle de Parroquia en la Colonia Del Valle antes del cierre y enviar las cartas. Estudiar la licenciatura fue demasiado abrumador y abandoné mi pasatiempo epistolar.

Todavía alcancé a recibir la dirección de correo electrónico de varias amigas e intercambiar algunos correos con ellas. Únicamente a Oliva la volvía ver en Ciudad de México, luego de rastrearla arduamente en las redes sociales; a Verónica la tengo en Facebook, mas no intercambiamos; y amigos que hice en mis estancias en Canadá y Francia les perdí la pista para siempre. El intercambio epistolar no fue suficiente para mantener una amistad y supongo que en la era digital mandarnos mensajes por chat o por las redes sociales, tampoco lo es.

Continuará.


Puedes encontrar a Paula Pascual en:

]]>
Lo que va de ayer a hoy https://algarabia.com/lo-que-va-de-ayer-a-hoy/ https://algarabia.com/lo-que-va-de-ayer-a-hoy/#respond Mon, 25 Nov 2024 16:00:45 +0000 https://algarabia.com/?p=11336 Se llamaba Luis y tenía un hermano Javier y otro Pablo y otro Gerardo, eran pequeños burgueses como yo y vivían en una colonia de ésas de clase media alta, en un barrio de gente acomodada en la ciudad de México, que ahora, veinte años después ha cambiado radicalmente y está lleno de restaurantes, bares y antros —que ocupan el lugar en donde antes se erigían grandes casas del tipo español californiano que fueron construidas entre los años treinta y cuarenta del siglo pasado— y no es ni la sombra de la colonia tranquila que fue donde vivía mi abuela y mis tíos.

Epítetos como «Condecci» o Fondesa, le acompañan, el ruido no cesa y el tráfico es inconmensurable, además mis abuelos murieron, mis tíos también y mis primas se fueron a vivir a otro lugar. Tampoco Luis vive ahí, sólo su mamá que sigue yendo a misa a la Iglesia de Santa Rosa sobre la avenida principal que luce su gran camellón aún, aunque esté llena de neohippies, gays, hipsters , trendys y bohos de los cuales no merece la pena hablar y que de alternativos y diferentes no tienen nada.
Los que realmente sí eran osados y diferentes eran los amigos de Luis entonces: el Chochos, el Down —siempre en el bajón—, el Burro, el Muerto, el Piedra, el Pino, el Chihuahua, el Charro, el Hogi, el Budy, entre varios más, conformaban la bandita que se juntaba en las esquinas a caguamear, a banquetear un pomo o a fumarse un churro al grito de «En la Condesa si eres fresa, mejor córtate la cabeza» y que constituían lo más disparatado del ambiente de tranquilidad que se respiraba en ese entonces.

Pero en aquellos tiempos yo era una fresita con moño y outfit tipo Madonnita, y desde que lo conocí me encantó y aunque nunca me peló, de vez en cuando pasaba por mí en un vocho amarillo, para ir a los toros en la Plaza México, para acompañarme a los quince años de mis amigas, para llevarme a «tientas» en su rancho o para ir a echar unas cubas a su casa. Él, fue el que me quitó la mala maña de esperarme a que me abrieran la puerta del coche y a muy temprana edad, cuando se bajó del vocho y se encaminó a la plaza —íbamos a una corrida—, se volteó hacia mí, que seguía esperando como una inválida, tarada y me gritó ¡Apúrate que ya va el primer toro! Después de ese momento juré no volver a esperarme nunca más y lo he cumplido. Yo no vivía cerca de él —vivía en la colonia del Valle— pero pasaba muy seguido en mi Maverick verde con mi amiga Tamara por su calle diagonal con la esperanza de encontrármelo o ver si la luz de su cuarto estaba encendida, porque en aquel entonces no podías stalkear por Facebook o le llamaba a su casa y no hablaba, porque en aquel entonces no había identificador de llamadas y también le puse un día un grafiti trovero que decía «¡Cómo gasto papeles recordándote!» porque en aquel entonces no existían los mensajes de texto.

Luis decía frases como: «Eso que dices es pura piña», «ese güey me estaba piñando», y otra por el estilo. Yo nomás me reía porque sabía que lo que estaba diciendo es que no me creía, que pensaba que lo estaban cotorreando, que era choro, que lo estaban engañando. También decía «eso es ficto» para decir que algo era «falso», y cuando yo le cancelaba algún plan y le decía «no puedo ir», él me decía «ahi pa l´otra», también decía que algo estaba «dostres» si estaba medio bien y «dosdos» si no estaba tan bien.

Todas estas frases han caído más en desuso, porque la lengua cambia y cada generación empieza a imponer nuevos términos y nuevas palabras que hablen más de su forma de ser y de ver el mundo. Yo me acuerdo de ellas, cuando me acuerdo de esa época y de esa colonia que quise tanto y también cuando me acuerdo de Luis.



1. Nuevos hippies, del movimiento hippie de los sesentas, tergiversado y alicaido, con algunas formas pero ninguno de sus ideales.
2. De alegre, vivaz, la razón es más que clara.
3. De hip —onda—, una copia barata del movimiento existencialista de los años cincuenta al que pertenecieron Burroughs, Pollock y Kerouac, mismos que tuvieron como seguidores los hippies.
4. de trend, tendencia, de esa gente que se muere antes de no estar a la moda.
5. Apócope de bohemian, boho, un new bohemian, inenarrable.
6. Stalkear, neologismo del español que viene del verbo to stalk, perseguir, espiar, acosar calladamente.


Te recomendamos leer…
Lenguaje en redes sociales
La tecnología del lenguaje
El lenguaje del amor

]]>
https://algarabia.com/lo-que-va-de-ayer-a-hoy/feed/ 0
«CUANDO PASE EL TEMBLOR» / SODA STEREO https://algarabia.com/cuando-pase-el-temblor-soda-stereo/ https://algarabia.com/cuando-pase-el-temblor-soda-stereo/#respond Mon, 11 Nov 2024 16:03:14 +0000 https://algarabia.com/?p=19838 Es en el año de 1987 cuando, por primera vez, la banda argentina de rock alternativo y punk rock Soda Stereo se presenta en la Ciudad de México para promocionar su segundo disco, Nada personal, cuyo tracklist contiene una canción que ha permanecido en la mente de muchos fans, en especial de los mexicanos, al haberla relacionado con una catástrofe natural que la capital había sufrido años anteriores: «Cuando pase el temblor».

«Parecíamos realmente un grupo punk, no sabíamos tocar y sonaba muy fuerte, aunque sólo fuera eso.»

Gustavo Cerati (2007)

Escrita por el líder de la banda, Gustavo Cerati, y, curiosamente, grabada en el año de 1985, ha sido considerada como una de las canciones más importantes de la banda argentina debido a que en cada país donde ha sido interpretada, se le ha asignado una carga emocional diferente. Como ejemplos tenemos al ya mencionado terremoto ocurrido en la Ciudad de México; en Chile, donde se relacionaba con la caída del régimen de Augusto Pinochet, y el legendario grito de Cerati «¡Fuerza, Perú!», dedicado en el concierto que dieron el 8 de diciembre de 2007, año en el que el país había sido golpeado por un terremoto.

«Otro recuerdo, quizás el más perdurable, tiene que ver cuando tocamos tras el terremoto [de México]. A mí me tocó mucho cantar esta canción en un lugar en el que había ocurrido una verdadera tragedia. Recuerdo que cuando cantaba la parte que dice: “…cuando pase el temblor” me provocaba una sensación extraña. Me hizo mucho ruido eso.»

Gustavo Cerati

Sin abandonar los ritmos bailables característicos de la influencia new wave del grupo argentino, «Cuando pase el temblor» resultó tener una gran aceptación entre sus seguidores. Su segundo LP logró mayor profundidad en las letras y madurez en las melodías, y esta canción no es la excepción, pues ayudó a la consagración definitiva de Soda Stereo ante su público. Como solía hacer Cerati con todas sus creaciones, fue compuesta en una guitarra criolla, con un poco de aires de reggae y armonías que tuvieron como resultado un exótico y original carnavalito, similar a los de la música andina.

«Cuando pase el temblor» video oficial

«El Temblor», como se refieren a ella, surgió de la influencia de The Cure, Depeche Mode, Talking Heads, The Police y, muy especialmente, del LPTonight de David Bowie, en el cual se inspiraron para sacar algunos sonidos, presentes tanto en este single como en «Nada personal» y «Danza rota»; todo ello sin olvidar la influencia de Bob Marley. De esta manera, tomaron las armas del punk, el ska, el pop y el rock, que reinaban en el mundo anglosajón, y le dieron el sentido, la rítmica y cadencia del mundo latino, haciéndolo imparable entre tanto movimiento cultural y musical de masas.

Yo caminaré entre las piedras
hasta sentir el temblor
en mis piernas.

A veces tengo temor, lo sé;
a veces, vergüenza.
Estoy sentado en un cráter desierto.
Sigo aguardando el temblor
en mi cuerpo.

Nadie me vio partir, lo sé.
Nadie me espera.
Hay una grieta en mi corazón,
un planeta con desilusión.
Sé que te encontraré en esas ruinas,
ya no tendremos que hablar del temblor.
Te besaré en el temblor, lo sé, será un buen momento.
Hay una grieta en mi corazón,
un planeta con desilusión.
Despiértame cuando pase el temblor.
Despiértame cuando pase el temblor.

La canción se ha prestado a un sinnúmero de interpretaciones, pero se hace especial hincapié en el significado y la connotación sexual de la letra. Sin embargo, también se puede entender que la canción habla de alguien que se encuentra solo —sentado en un cráter desierto— y que se encontrará errando hasta sentir el amor —caminaré entre las piedras hasta sentir el temblor en mis piernas—. En un mundo donde la soledad lo agobia y no recibe ni da afecto —nadie me vio partir, nadie me espera—, tiene la esperanza de encontrar a alguien que también busque lo mismo —te encontraré en esas ruinas— y que al hallarlo sabrá que sienten lo mismo —ya no tendremos que hablar y hablar del temblor.

Datos curiosos

  • A pesar de que era uno de los temas más esperados por todos los fans en sus presentaciones en vivo en 2007, en la gira Me verás volver, Soda Stereo sorprendió a los espectadores al hacer una memorable modificación a la letra: cambió el final de la estrofa que lleva el título de la canción y cantó: «Despiértenme cuando pase el reggaeton», acompañado de una mezcla del mismo género hasta el final del tema, lo que provocó euforia total.

«Cuando pase el temblor», de la gira Me verás volver

  • El videoclip original de la canción fue nominado como finalista del 12° World Festival of Video and TV en Acapulco, unos años después de su presentación en 1986.
  • Alfredo Lois, director de «Cuando pase el temblor» y de la mayoría de los videos de Soda Stereo, fue compañero de Universidad de Gustavo Cerati y Zeta Bosio.

«Cuando pase el temblor» MTV Unplugged

  • Después de 10 años de ausencia, la banda anunció su regreso. La conmoción fue tal que al hecho se le conoció como «el temblor», haciendo una clara referencia a su éxito del 85. Finalmente en 1997, se produjo el esperado retorno de la banda en el Estadio River Plate, en donde apareció un enorme cartel con una frase compuesta con títulos de sus canciones: «Cuando pase el temblor en la ciudad de la furia sonará de música ligera y estaremos prófugos detrás de la persiana americana».
]]>
https://algarabia.com/cuando-pase-el-temblor-soda-stereo/feed/ 0
Esculpir la piedra: Tecali de Herrera https://algarabia.com/esculpir-la-piedra-tecali-de-herrera/ Tue, 05 Nov 2024 20:15:38 +0000 https://algarabia.com/?p=92383 Tecali se traduce del náhuatl como ‘Casa de Piedras’. Ubicado a 45 minutos de la ciudad de Puebla, hace honor a su nombre. Se encuentra rodeado por yacimientos de piedra, pero no cualquier piedra, sino de ónix y mármol que durante siete décadas los artesanos han aprendido a cortar, tallar, esculpir y pulir para entregar piezas resplandecientes que engalanen nuestras casas.

Carla en Tecali de Herrera

La amplia y arbolada Plaza de Armas es un buen lugar dónde comenzar este viaje por piedras fulgurantes. Ahí se encuentra el bello y grande ex convento franciscano de Santiago Apóstol, que ya reabrió sus puertas luego de la pandemia causada por la covid-19. La construcción está rodeada de pasto, que se extendió para penetrar parte de sus ruinas. Según el Sistema de Información Cultural, empezó a construirse en 1569 sobre las ruinas de un par de conventos erigidos casi 30 años antes y se concluyó en 1579. «En el estado de Puebla existen cuatro conventos que por el tipo de construcción se consideran basílicas, el de Tecali es uno de ellos, y es el único que a pesar del tiempo está completo. Este Ex Convento es un claro y uno de los mejores ejemplos del estilo renacentista, que fue restaurado en el año de 1967»[1].

Ónix y mármol

A su costado se ubica la Iglesia San Pablo Apóstol del siglo XVII. Los colores de su fachada combinan con los de las casonas del pueblo: pintada en blanco y en rojo su puerta de madera y sus vértices y columnas. Además de sus tres retablos estilo barroco bañados en oro, exhibe detalles que no había visto en otro templo y que me dicen que estoy en Tecali. Presenta las esculturas de los santos con letreros hechos en ónix blanco, que tiende al amarillo, e iluminados por dentro con el nombre de cada uno de ellos. Eso caracteriza al ónix: ser la única piedra natural traslúcida, por lo que alcanza su máxima belleza en piezas que se presten para ser iluminadas. También por ser translúcido se le considera piedra semipreciosa y, ya que entramos en detalles técnicos, el ónix es un mineral de formación volcánica.

Fue la primera piedra que se trabajara en Tecali y las tiendas alrededor de la Plaza de Armas y de la calle principal presumen lámparas rectangulares de piso o esféricas, mesas de centro, bases de comedor y de barras, marcos de espejos y otras superficies, todos ellos iluminados. Más allá de que la pieza impresione a la vista por cómo la luz resalta las vetas amarillas, rojizas y grises, el mayor efecto es la ambientación que crea: envuelve en calidez, genera un confort que invita a seguir bebiendo sobre la barra de ónix del bar o a seguir la conversación en una sala con mesas de centro hechas de esta piedra semipreciosa.

Más adelante se comenzó a trabajar el mármol, pues hay algunos yacimientos alrededor de Tecali. Actualmente, también se trae de varias partes del país para ser trabajado aquí. El mármol es una piedra caliza formada a raíz de alta temperatura y alta presión, y lo hay en color blanco y negro lisos, beiges, grises e incluso rojizo. Además de usarse para pisos y superficies de muebles, las esculturas son uno de los grandes regalos del mármol. Usualmente uno contempla el mármol pulido, pero en la tienda Téllez, a unas cuadras de la Plaza de Armas, llama mi atención una escultura de un oso polar. No está pulida, sino tallada para asemejar el pelaje del animal. Pero el mármol no puede esconder su potencial de resplandor y me cautivan las decenas de destellos que brillan sobre la escultura al moverme alrededor de ella.

Tipos de ónix

Más minerales

En la misma tienda Téllez me impresionan las placas de varios metros cuadrados de cuarcita, formadas por la recristalización a altas temperaturas y presión, compuestas en un 90% por cuarzo. Una de ellas me recuerda a mi querido mar Caribe: es como si tomaras una foto aérea y vieras mezclarse las olas del mar turquesa con la arena fina. Otra cuarcita capturó el mar azul claro rompiendo contra acantilados y piedras rugosas a sus pies. Y la que más me impresionó fue a la que la dependienta de la tienda llamó dragón: rojo y negro se entremezclan. A mí me pareció el centro de la Tierra, ese magma incandescente que estalla en volcán y se enfría en lava negra. Uno puede seguirse y encontrar un paisaje de la Tierra en cada placa; con un poco de imaginación, es como emprender un viaje.

Las cuarcitas no son originarias de México, sino de Brasil, pero la tradición artesanal de Tecali sabe cómo hacerlas lucir. Una mesa rectangular de cedro para ocho personas lleva por superficie una cuarcita blanca con una franja color verde intenso y azulado, evoca una cola de pavo real a punto de abrirse. No es necesario que se abra, a mí ya me conquistó, lástima que el comedor no quepa en mi casa —ni en mi presupuesto—. Sin embargo, me llevo una lámpara de ónix en forma de ángel. Ilumina un nicho que le acondicioné en casa, su luz me recuerda a quienes me cuidan más allá de esta Tierra.

Cuarcita que asemeja al mar Caribe

Puedes encontrar a Carla Pascual en:


[1] Sistema de Información Cultural, https://sic.cultura.gob.mx/ficha.php?table=monumento_icahe&table_id=1792 , consultado el 4 de octubre de 2024.

]]>
Teotihuacan, ciudad de los dioses https://algarabia.com/teotihuacan-ciudad-de-los-dioses/ https://algarabia.com/teotihuacan-ciudad-de-los-dioses/#respond Mon, 21 Oct 2024 04:26:43 +0000 https://algarabia.com/?p=45508 Teotihuacan, ciudad de los dioses Read More »

]]>
Sin duda, Teotihuacan es uno de los sitios con los que mejor se identifica al periodo prehispánico del área central de México. Incluso antes de las investigaciones arqueológicas, esta «ciudad sagrada» nunca fue una ruina desconocida: desde su abandono en el siglo vii fue un importante centro de veneración, y desde el siglo xix los viajeros se han maravillado ante su monumentalidad, sus pirámides y pinturas murales policromadas y su planificación urbanística.

La historia de Teotihuacan duró cerca 
de 700 años, desde el primer siglo de nuestra era, cuando se convirtió en el centro urbano dominante del altiplano central 
de México, con cerca de 150 mil habitantes, pasando por la construcción de tres de las estructuras monumentales más emblemáticas del México prehispánico —la Pirámide de la Luna, la del Sol y la Ciudadela—, hasta que fue abandonada, hacia el año 650 d.C., cuando, luego de un acto violento, se quemaron y destruyeron edificios públicos.

El basamento escalonado más alto de Teotihuacan es la llamada Pirámide del Sol. Esta estructura monumental se construyó en el siglo II. Alrededor del año 175, y mide aproximadamente 65 metros de altura sobre una planta casi cuadrada de 222 x 225 metros.

Urbanismo y arquitectura

Teotihuacan era un centro urbano ubicado en la parte noreste del Valle de México. La ciudad tenía una orientación norte-sur, con edificios organizados en barrios que le daban a la ciudad un aspecto de retícula —un patrón desconocido hasta entonces en Mesoamérica—, cuyo eje central estaba indicado por la llamada Calzada de los Muertos —que hoy en día mide cerca de dos kilómetros—, y corría de sur a norte hasta la plaza dominada por la Pirámide de la Luna.

s13-arte-Calzada-de-los-Muertos



La Pirámide del Sol consta de cinco grandes cuerpos superpuestos, instalados sobre una de las cuevas naturales del sitio; se consideraba que estos lugares eran sagrados, que eran recintos de los antepasados y pasajes al inframundo.

s13-arte-piramide-del-sol



Con la edificación de la Ciudadela y el Templo de Quetzalcóatl —alrededor del 150 d.C.—, se agregó una avenida en sentido este-oeste que cruzaba la gran calzada, y así el espacio urbanístico quedó dividido en cuatro cuadrángulos, lo que coincidía con una división ideal de la superficie de la Tierra en cuatro cuadrantes, una especie de cosmograma. Las dos pirámides, la Ciudadela y la Calzada de los Muertos se consideran manifestaciones del poder de la élite gobernante: se presume que la teotihuacana era una sociedad estratificada, predominantemente religiosa y militar, con rituales y creencias asociadas para reforzar la ideología del Estado.

s13-arte-Piramide_de_la_Luna



El Templo de la Serpiente Emplumada se encuentra en la Ciudadela y es la estructura más ostentosa de la ciudad. Su construcción terminó cerca del año 225, y cuenta con relieves de colores que muestran a dicha serpiente con el tocado del dios Tláloc.

El esplendor de la pintura

Las evidencias arqueológicas señalan que a partir del año 250 no se construyó ningún edificio colosal y la energía se concentró en 
la pintura mural, que se convirtió en una de las formas artísticas preferidas durante más de 500 años. Las pinturas cubrían tanto los muros de los
 edificios ceremoniales
 como los de los 
complejos habitacionales
 multifamiliares; la
 arquitectura y la pintura fueron tan inseparables que aun antes de construir un edificio, se planeaban las pinturas que se iban a plasmar en sus paredes, de modo que el orden de lectura dependía de su disposición en el espacio arquitectónico.


Teotihuacán —«lugar de los dioses» o «donde nacieron los dioses»— es una palabra náhuatl. No se sabe cómo los teotihuacanos llamaban a su ciudad en su propia lengua.


En los murales se pintaron figuras antropomorfas, zoomorfas y fitomorfas —hombres o deidades, animales y plantas, respectivamente—, además de una variedad de signos que no se identifican fácilmente con objetos naturales, y figuras híbridas como serpientes, jaguares e incluso caracoles emplumados. También hay pinturas que muestran escenas complejas en las cuales se exhiben múltiples personajes con diferentes actividades, interactuando en movimientos desenfrenados, como es el caso del llamado mural de Tlálocan.
En el barrio de Tepantitla se encuentra el mural de Tlálocan, el ‘recinto de Tláloc’ —llamado así por el dios mexica del mismo nombre—, una especie de paraíso terrenal situado en el primero de trece cielos.


Los artistas teotihuacanos crearon manifestaciones plásticas a partir de su modo de concebir el mundo, que coincidían con sus creencias mágicas y religiosas; es decir, sus creaciones no partieron de la observación y reproducción exacta de la naturaleza, sino de la creación de una nueva realidad que recobró sentido en esa cultura concreta, en la que se construyó un mundo con imágenes y conceptos idealizados, familiares para sus receptores de antaño. Tal es el caso, por ejemplo, de los árboles, que no eran importantes como fenómenos botánicos, sino como signos metafísicos, cuya finalidad era recrear un paisaje mítico.

s13-arte-mural_tlalocan



Lo mismo pasa con las representaciones que combinan rasgos de varios animales: un objeto natural es convertido en signo e insertado en un mundo mágico-mítico. Es decir, lo que importa es la significación que tiene un objeto, y no el objeto mismo. Los arquitectos teotihuacanos utilizaron con frecuencia una ingeniosa solución constructiva que marcó el estilo arquitecnónico típido del periodo Clásico mesoamericano, y trascendió a ciudades tan lejanas como Tikal en el área maya: el talud y el tablero.

Escultura y cerámica

Con el crecimiento del poder en la ciudad, emergió un arte nuevo: el que integra a las figuras y las máscaras de las piedras semipreciosas; sin embargo, las esculturas de barro parecen haber sido las favoritas de los teotihuacanos: por ejemplo, los incensarios, las figuras-anfitriones —piezas huecas así nombradas porque albergan en su interior otras figuras más pequeñas—, las llamadas «muñecas» y las figuras articuladas con las extremidades movibles, las cuales generalmente se han encontrado en las zonas residenciales.

s13-arte-tablero-y-talud



También produjeron una cantidad significativa de vasijas de cerámica denominadas Naranja Delgado —elaboradas con un barro poco común, que es una mezcla de varios minerales que sólo pueden encontrarse en el sur de Puebla—, cuya extraordinaria calidad las convertía en un producto de exportación.


El tablero o panel es una superficie vertical plana —con un marco que lo circunda por sus cuatro lados—.
El talud es una superficie inclinada que se encuentra debajo del tablero, y que usualmente se proyectaba hacia el suelo, se cubría con estuco y se pintaba de color rojo.

s13-arte-templo-quetzalcoatl



Todas estas expresiones presentaban un alto grado de estandarización; por ejemplo, entre las figuras antropomorfas no hay ninguna evidencia de rasgos personales, lo que indica que no se representaba a los dignatarios u otros personajes concretos, sino que se trataba, más bien, de representaciones canónicas.

Son sólo tres las figuras colosales teotihuacanas hechas de piedra volcánica que se conocen hasta la fecha; una de ellas se encuentra afuera del Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México. Los mexicanas, que vivieron siglos después, consideraron a Teotihuacan como escenario de la creación del Quinto Sol.


Al parecer, los teotihuacanos gustaban de los objetos ligeros, pequeños y frágiles, pero también esculpían piezas de gran peso y tamaño; la mayoría de sus edificios monumentales tendían a la horizontalidad, mientras que dos pirámides formidables —del Sol y de la Luna— alzan su gran volumen hacia los dioses. Aunque se han realizado numerosas excavaciones en Teotihuacan, las cuales han revelado diferentes estructuras y objetos, la historia, costumbres, ideas y creencias de la Ciudad de los Dioses todavía están por ser vislumbradas.

Sigue leyendo en Algarabía

El inesperado descubrimiento del Coatepantli en el Centro Histórico

Glosario náhuatl I

Glosario de nahuatlismos II

]]>
https://algarabia.com/teotihuacan-ciudad-de-los-dioses/feed/ 0
Mejor canta y no llores: Historia del «Cielito lindo» https://algarabia.com/mejor-canta-y-no-llores-historia-del-cielito-lindo/ https://algarabia.com/mejor-canta-y-no-llores-historia-del-cielito-lindo/#respond Mon, 21 Oct 2024 04:26:09 +0000 https://algarabia.com/?p=88534 Mejor canta y no llores: Historia del «Cielito lindo» Read More »

]]>
Esta canción es, sin duda, un símbolo de nuestra sociedad, sobretodo en el extranjero, donde se canta para identificar y reunir a los grupos mexicanos.

Ya que «cantando se alegran los corazones», los versos de esta canción han sido entonados por multitudes no sólo en eventos deportivos de relevancia internacional, sino también en situaciones que han seguido a desastres naturales. De esta forma, «Cielito lindo» ha sido considerada un himno que da identidad a la población mexicana, con un mensaje de valor ante la adversidad.

Existen muchas controversias sobre el origen de ésta canción, hagamos una revisión de su historia.

Ahí en la Sierra Morena…

«Cielito lindo» tiene un origen virreinal, referente a la tradición musical española de Andalucía. En aquella ciudad es donde está la nombrada «Sierra Morena» de la canción.

Diversos investigadores coinciden en el origen español de esta canción, así como en su autoría indefinida. Algunos apuntan en que es muy probable que provenga de aquella región de España —llena de montañas, ríos y tierras de cultivo—, y que en México esta canción posiblemente se arraigó en el norte de Veracruz y en el sur de Tamaulipas. Las pruebas de estas teorías en el rastreo histórico de «Cielito lindo» son las versiones que existen de ésta de son huasteco, así como de son jarocho —«El butaquito»—, que comparten esa temática de amor, y las repetidas menciones al «cielito lindo» en sus estribillos.

Un par de ojitos negros…

Fuente: INBAL

La composición del «Cielito lindo», como la conocemos ahora, ha sido atribuida a Quirino Mendoza y Cortés, autor de música religiosa, de corridos, valses, huapangos, marchas y boleros, entre otros géneros musicales que estaban en boga a principios del siglo XX en México, y quien legó también la polka «Jesusita en Chihuahua», la cual compuso en plena efervescencia del movimiento revolucionario.

Mendoza y Cortés fue un destacado alumno del maestro Everardo Ibarra Rodríguez, y se dice que desde pequeño había aprendido de su padre a tocar el piano, la flauta, el violín, la guitarra y el órgano, incluso se desempeñó como organista en iglesias de Milpa Alta y Xochimilco. Además, aparte de haber sido compositor, trabajó como maestro de música durante más de 60 años, por lo que obtuvo la Medalla Ignacio Manuel Altamirano

La composición de «Cielito lindo» apareció en 1882. Se dice también que él dedicó esta canción a su esposa Catalina Martínez, quien, como dice un verso, tenía un lunar cerca de la boca. 

Quirino Mendoza y Cortés falleció el 9 de noviembre de 1957 en la Ciudad de México. Algunas versiones señalan que su muerte se debió a una embolia cerebral que se ocasionó por un fuerte enojo que el compositor experimentó, tras una broma que alguien le hizo en relación a la polémica por la autoría de «Cielito lindo». En sus funerales se interpretó la marcha fúnebre Juanita, que él mismo escribió, en cumplimiento a su último deseo.

Actualmente «Cielito lindo» está registrada ante la Sociedad de Autores y Compositores de México. Pero ha formado parte del repertorio de célebres cantantes, como Pedro Vargas, Pedro Infante, Luciano Pavarotti, José Carreras y Plácido Domingo, además de que algunos investigadores la colocan entre las 10 canciones mexicanas más populares en todo el mundo.

Han pasado más de cien años desde la composición de la letra de esta canción, y desde entonces todo México, dentro o fuera del país, la canta. «¡Ay, ay, ay, ay….!»

Aquí dejamos la letra:

De la sierra, morena
Cielito lindo vienen bajando
Un par de ojitos negros
Cielito lindo de contrabando

De la sierra, morena
Cielito lindo vienen bajando
Un par de ojitos negros
Cielito lindo de contrabando

Ay, ay, ay, ay, canta y no llores
Porque cantando se alegran
Cielito lindo los corazones
Ay, ay, ay, ay, canta y no llores
Porque cantando se alegran
Cielito lindo los corazones

Ese lunar que tienes, cielito lindo
Junto a la boca, no se lo des a nadie
Cielito lindo que a mi me toca

Ese lunar que tienes, cielito lindo
Junto a la boca, no se lo des a nadie
Cielito lindo que a mi me toca

Ay, ay, ay, ay, canta y no llores
Porque cantando se alegran
Cielito lindo los corazones
Ay, ay, ay, ay, canta y no llores
Porque cantando se alegran
Cielito lindo los corazones

Siempre que te enamores
Mira primero, mira primero
Donde pones los ojos
Cielito lindo, no llores luego

Ay, ay, ay, ay, canta y no llores
Porque cantando se alegran
Cielito lindo, los corazones

]]>
https://algarabia.com/mejor-canta-y-no-llores-historia-del-cielito-lindo/feed/ 0