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Cargos públicos

¿Has escuchado alguna vez el término ombudsman? Descubre de que se trata con Algarabía.

Todos hemos vivido —o sobrevivido— los procesos de la burocracia mexicana. Hemos llenado el «formato por cuadriplicado» y hemos esperado en la ventanilla 7 a que la secretaria regrese de su hobbiteano «segundo desayuno». También nos ha tocado tratar con la «autoridad civil», o leer en el periódico sobre el presidente municipal de San Pedro de los Aguayos.

Aunque la mayoría de las actividades gubernamentales parecen estar descritas en el arcano Manual de Funciones y Procesos para el Reacomodo de Suelos del Distrito Cuatro; en Algarabía hicimos una investigación etimológica para dilucidar el significado del nombre de algunos cargos públicos.

alcaide. Proviene del árabe qâ’id, ‘conductor’. Es el encargado de una prisión y, antiguamente, el responsable de proteger una fortaleza.

alcalde. Del árabe qâdi, que significa ‘juez’. Durante mucho tiempo sólo refirió a un juez de carácter especial, pero a partir del siglo XV se utilizó para designar a la primera autoridad gubernativa de un municipio.

alguacil. Del árabe wazîr, que significa ‘ministro’, fue originalmente usado para nombrar al gobernador de una ciudad; en su sentido actual, es el jefe de la policía. En países anglosajones, se le llama sheriff.

auditor. Es casi un calco del latín audītor que significa ‘oyente’. Era el encargado de la interpretación de las leyes en el Imperio Romano y decidía la verdad o falsedad de lo que oía en los tribunales militares. Hoy en día hace lo mismo pero con los libros de cuentas de las empresas.

comendador. Del latín commendāre, ‘poner algo en custodia’, deriva commendātor, un caballero que recibe como encomienda dirigir una orden militar o de caballería.

diputado. Viene del latín deputare, ‘evaluar, apreciar’. Es alguien designado por el pueblo para representarlo en un cargo público.

embajador. Viene del galo ambactus, ‘encargo’, aunque su origen es más antiguo, probablemente celta. Es un diplomático que representa al gobierno de su país en otro Estado.

fiscal. De la raíz latina fiscus, ‘cesta de mimbre’. Es el encargado del control del erario, también hay fiscales con funciones jurídicas que ven por los intereses del Estado.

gobernador. Del latín gubernātor, ‘piloto de barco’. Se desarrolló la metáfora del Estado como un barco que hay que pilotar; es aquel que rige y administra un territorio.

inspector. Del latín inspicērē, ‘mirar adentro’; según María Moliner, su función es «revisar o examinar si una cosa está como debe o conviene que esté».

intendente. Del latín intendĕre, ‘dirigir, encaminar’. A partir de las Reformas borbónicas del Imperio Español en 1786, fueron los administradores civiles de los territorios en que se dividió la Nueva España; con la toma de poder por militares su nivel en la pirámide jerárquica cambió y obtuvo el significado que hoy le damos: persona encargada de mantener, limpiar y vigilar los edificios.

juez. Proviene del latín iudex, y es el que tiene la autoridad para juzgar y dictar sentencia.

magistrado. Del latín magistrātus, ‘funcionario público’, era cualquier funcionario de alto rango. Hoy en día refiere específicamente un juez de alto nivel en su jerarquía.

ministro. De la raíz latina minister, ‘servidor, oficial’. Es el que dirige un ministerio, departamento de Estado o secretaría.

notario. Tiene raíz en el latín notarius, ‘secretario’, y deriva de la palabra nota, ‘mancha, signo, señal’. Es el funcionario autorizado para dar fe a diversos documentos y volverlos oficiales.

ombudsman. Cargo creado en Suecia, en el siglo XIX. Proviene de Justitie Ombudsman, ‘Comisionario de justicia’. Es el funcionario público nombrado por el Estado para supervisar la legalidad de los actos de los servidores públicos y defender los derechos de la ciudadanía. El término se universalizó hasta mediados del siglo XX.

presidente. Proviene del latín praesidere prae, ‘antes, delante’, y sedere, ‘estar sentado’— «el que está sentado al frente», «el que preside»; es el que tiene el puesto de más autoridad e importancia en «algo», en este caso del gobierno.

prefecto. Del latín praeficĕre, ‘poner como jefe’, es quien cuida que se desempeñen debidamente ciertos cargos. En la antigua Roma era un jefe militar y civil.

relator. Del latín relātor, ‘el que relata’. En los tribunales, es el encargado de hacer relaciones de los expedientes judiciales.

secretario. Derivado de secrētus, ‘separado, aislado, remoto’. Es la persona encargada de escribir la correspondencia, extender actas, dar fe de de acuerdos y custodiar los documentos de una oficina o empresa. Puede también ser la máxima autoridad en algunas instancias gubernamentales.

senador. Viene del latín senis, ‘anciano’. Son representantes en el senado —la Cámara Alta del Poder Legislativo— para la votación de leyes.

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