El amarillo de sus pétalos les recordaba al sol, por eso los antiguos mexicas adornaban las tumbas de sus difuntos con ramos de pequeñas flores llamadas, en ese momento tonalxochitl, pues creían que éstas tenían la habilidad de guardar la calidez del día, y su aroma servía para guiar a los muertos.
El uso ceremonial que se le da las flores actualmente conserva el uso con el que se empleaba en las culturas prehispánicas. Los mexicas consagraban estas flores a la diosa Xochiquétzal –diosa del amor, la sexualidad y la fertilidad– sobretodo en las ceremonias en las que se le invocaba para obtener belleza, sensualidad, libertad sexual, entre otras cosas.
En el ritual sobre el altar de muertos que aún preservamos, sus pétalos sirven para crear el camino sobre el cual las almas de quienes ya no están entre nosotros, puedan encontrar el camino hacia la respectiva ofrenda de sus familiares, durante su visita a este mundo en la madrugada del 2 de noviembre.
La leyenda detrás de la flor de los muertos
Existe también, una leyenda tlaxcalteca sobre la hija de un cacique de este pueblo que cultivaba en su jardín múltiples flores, aunque en él había de todos tamaños y colores, sus favoritas eran unas cuyos pétalos entre tonos amarillos y rojizos, dibujaban los mismos trazos que tiene el atardecer.
Cuando los españoles derrotaron al pueblo de este cacique, su única opción fue pactar con Hernán Cortés y tuvo que entregarle como regalo a su hija, quien a su vez llegó a los brazos de Pedro de Alvarado, explorador cuya tez blanca y cabellos rubios la enamoraron. El viejo y derrotado rey tlaxcalteca sólo pudo preservar el recuerdo de su hija con aquella flor que su hija mantenía en el jardín, y que él deseaba llevar hasta su sepulcro.
Origen
La palabra tiene sus variantes, escritas y habladas, algunos glosarios de mexicanismos la escriben como: cempoal, cempaxúchil, cempaljóchil, tlapayola, entre otras.
Su etimología procede del náhuatl Cempōhualxōchit, la cual significa «flor de veinte flores»
La flor de cempasúchil posee bastantes propiedades, por ejemplo, en la industria textil y cosmética la usan como colorante para diferentes tintes y cremas de color amarillo. Entre sus usos medicinales también son muy variados, algunos la utilizan para combatir enfermedades coronarias, otros para prevenir el cáncer, o aplacar cualquier dolencia estomacal.
En Cuba se emplea frecuentemente como método medicinal; incluso, en la industria agrícola se emplea como alimento a las gallinas para que se pigmenten. Algunas otros emplean esta flor para cocinar desde cremas hasta infusiones.
Aproximadamente el 92% de producción se destina al adorno de los altares, y solo el 8% tiene otros fines.
La crisis de su autenticidad
A nivel nacional el estado de Puebla es el principal productor de cempasúchil, seguido por el Estado de México y Michoacán, sin embargo, desde hace algunos años México perdió fuerza en la venta de ésta flor y el mercado actual es liderado por china con el 75% de su comercialización, e India, con el 20%, México solo produce y vende el 3% de las flores de cempasúchil.
Esto ocurrió a inicios de los años 90, cuando su cultivo comenzó a darse en China y la India, pues México no disponía de mano de obra barata y el costo del cultivo aumentó considerablemente. El clima que posee China es adecuado para la siembra de las flores y entre el 2000 y el 2010 China se volvió el líder de producción en flor de cempasúchil.
