adplus-dvertising

El multiverso

por Arturo G.G

Ahora que se puso de moda esta onda del multiverso en el Cine y la televisión, nos dimos a la tarea de intentar explicar realmente qué es el multiverso —y de paso saber si realmente existe o existen.

Nada viejo

Pues si creías que la idea del multiverso es reciente y que Marvel o DC casi-casi la inventaron, déjame decirte que ni al caso. La primera referencia hacia esta idea se dio en la literatura védica de hace 800-200 a.C.: con el Bhagavata-Purana del escritor legendario de la antigüedad hunduista Viasa —o Krishna-Dwaipayana.

Más aún, el propio término, «multiverso», fue acuñado en 1895 por el psicólogo estadounidense William James. No un astrofísico nivel Stephen Hawkin, sino un psicólogo, hermano del escritor Henry James y padre de la Psicología funcional o funcionalismo.

¡Pero qué demonios es esto!

Ahora sí, ya entrados en la Cosmología física, el concepto del multiverso surge a partir de teorías y leyes científicas que conoces como la Teoría del Big Bang o la Ley de Hubble —que el Universo se expande—, así como nombres de científicos como Albert Einstein y el mencionado Hawking. Sin embargo, también se incluyen la Inflación cósmica, la Bariogénesis, la materia y energía oscuras, el espacio-tiempo, la teorías de cuerdas y un largo etcétera que no nos enseñan en secundaria.

Pero así como la física, la astronomía y la cosmología intentan explicar el multiverso, también la filosofía, la psicología transpersonal —rama de la psicología que integra los aspectos espirituales y trascendentes de la experiencia humana— y la ficción —especialmente la ciencia ficción y la fantasía—, le entran a la discusión. Es más, hasta las propias religiones y diversas mitologías sin querer queriendo tocan el tema.

Max Tegmark entró al chat

Una de esas personas clavadas en su mero mole, ociosas les dicen, es el cosmólogo Max Tegmark del MIT —Instituto Tecnológico de Massachusetts—, quien se dio a la tarea de hacer una taxonomía para los universos existentes más allá del Universo observable —en el que tú y yo vivimos—. A estos multiversos los clasificó en 4 niveles:

Multiverso Nivel I

De acuerdo con la Inflación cósmica —el porqué de la ultrarrápida expansión del Universo—, nuestro universo se trata de un volumen de Hubble, o sea, todo lo que podemos llamar Universo observable. Afuera de este volumen o burbuja no veríamos nada, literal, la nada. Pero, si existe otro universo con las mismas leyes físicas y aleatoriedad de materia —que empezó por un Big Bang—, justo al horizonte cosmológico estaría «pegado» otro volumen de Hubble idéntico al nuestro.

En azul, «Supercúmulo de Virgo», donde nos encontramos.
De Richard Powell – The Universe within 14 billion Light Years, specifically [1], CC BY-SA 2.5, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3340056

Este tipo de multiverso burbujeante se le denomina Multiverso mosaico por cómo se verían unas burbujas de jabón. La distancia «calculada» a la que estaríamos del otro universo más cercano, sería de (1010) y eso elevado a 115 metros. Aquí a la vuelta.

Multiverso Nivel II

Aquí tenemos varias opciones: Multiverso inflacionario, Multiverso cíclico, Multiverso autorreproductor, Multiverso brana, Multiverso paisaje y Multiverso holográfico. No te asustes —tanto—, lo que tienen en común es que los universos Nivel I se van acoplando, uno sobre otro, como sándwich para formar a un multiverso de Nivel II. Aquí ya no aplica lo de Universos paralelos o idénticos, sino ya varía las dimensiones del espacio-tiempo o las características de las partículas subatómicas.

Hasta arriba, nuestro Universo.

Las diferencias son por meros acercamientos científicos como la teoría de cuerdas —o branas— así como hipótesis sobre el eterno ciclo de un universo oscilante, en el cual hay un Big Bang y un Big Crunch, seguido de otro Bang y Crunch, y así sucesivamente.

Multiverso Nivel III

Principalmente se trata de la Teoría de universos múltiples de Hugh Everett, o Multiverso cuántico para los cuates. Aquí no entra la posibilidad de universos idénticos debido a que nada puede ser predicho de forma absoluta pero que sí existe la probabilidad de tener observaciones diferentes. Eso básicamente dicta la mecánica cuántica —némesis de la teoría de cuerdas.

Ejemplo del gato de Schrödinger.

Para complicar más las cosas el tiempo en este multiverso sería estático por la infinita posibilidad de multiversos nivel I y II incluidos en uno o varios III. Mira, si el propio Richard Feynman no pudo responder lo de las historias múltiples ni tampoco Dieter Zeh con la interpretación de muchas mentes, ¿a qué le jugamos nosotros?

Multiverso Nivel IV

La pesadilla de cualquier niño, puberto y adolescente: las matemáticas son físicas. A tal grado de incomprensión ya llegamos que ni siquera los nombres de Multiverso final, Multiverso matemático o Multiverso simulado impresionan. Hemos llegado al OMNIVERSO. Aquí hasta las mismísimas leyes físicas y magnitudes como la velocidad o la fuerza, son radicalmente diferentes.

«¡Llevo siglos diciendo que las matemáticas existen en el mundo físico!»
Platón

Sigue leyendo en Algarabía
Telescopio espacial James Webb. Una visión sin precedentes
Contacto OVNI. Expediente secreto al descubierto
Nicolás Copérnico: el revolucionario

Compartir en:

Twitter
Facebook
LinkedIn
Email

Deja tu comentario

Suscríbete al Newsletter de la revista Algarabía para estar al tanto de las noticias y opiniones, además de la radio, TV, el cine y la tienda.

Las más leídas en Algarabía

Scroll to Top