Contados personajes se han convertido en íconos, no sólo de la empresa a la que pertenecen, sino de la mayor industria del entretenimiento global. ¿Quién no asocia de inmediato las películas infantiles, adaptaciones de cómics y, recientemente, hasta Star Wars, con sólo ver la silueta de un círculo con orejas redondas? Pero, ¿por qué se volvió tan célebre? He aquí algunas escenas que han de nido su historia a 90 años de su creación.
«Sólo espero que nunca perdamos de vista una cosa: todo comenzó con un ratón». Walt Disney
Según «la más oficial de las historias», Mickey Mouse fue concebido por Walt Disney mientras realizaba un viaje en tren porque, supuestamente, se le apareció un ratoncito mientras él hacía unos dibujos. Sin embargo, las evidencias indican que en realidad fue encargado por Disney a su entonces socio Ub Iwerks —y el mejor de sus ilustradores—, porque habían perdido los derechos para seguir produciendo cortometrajes animados con el personaje de Oswald, el conejo afortunado, que ambos diseñaron para los estudios Universal en 1927.
Para colmo, la mayoría de los animadores que trabajaban con ellos también fueron contratados por Universal —los nuevos dueños de Oswald—. Disney, evidentemente consternado porque se apropiaron de su personaje más famoso ha a entonces, en lugar de alquilarse para otra productora —como acostumbraba—, decidió arriesgarse y fundar su propia compañía.
En la primavera de 1928, Disney le pidió a Iwerks que ideara otros personajes. Éste bocetó perros y gatos, una vaca y un caballo, que luego se definirían como Clarabelle Cow —Clarabella— y Horace Horsecollar —Horacio—, pero ninguno convencía del todo a Disney.
La inspiración definitiva para Mickey vino de un ratón que Disney tuvo como mascota cuando trabajaba para la Laugh- O-Gram Studio en Kansas C y, Missouri. De aquella época alguien le había hecho dibujos a Disney —a manera de broma— rodeado de ratones y, gracias a estas ilustraciones, Iwerks se inspiró para crear al nuevo personaje. De hecho, si comparamos a Oswald con Mickey, la única diferencia radica en que Oswald tiene grandes orejas y Mickey pequeñas y redondas. Con el tiempo, Mickey se distinguiría por sus grandes botones, por llevar zapatos redondos y guantes blancos.
Prueba y error
Los primeros intentos por dar a conocer a Mickey fueron desafortunados. Disney e Iwerks —mientras terminaban sus compromisos con Universal—, se pusieron a trabajar casi en secreto en un cortometraje: Plane Crazy, en el que Mickey quiere pilotar un avión emulando a Charles Lindbergh, y que fue proyectado en mayo de 1928.
Aunque la animación presentaba varias situaciones divertidas —y también fue el debut de Minnie—, no agradó al público. A pesar del fracaso y la consecuente pérdida económica —pues no lograron conseguir un distribuidor para la cinta—, Disney no desistió en su empeño de hacer popular a su nuevo personaje y planeó la producción de dos cortos más: The Gallopin’ Gaucho y Steamboat Willie.
La década de 1930 fue muy fructífera para Disney, al grado de que en 1932 los Premios de la Academia le pidieron una animación especial para su quinta entrega: Parade of the Award Nominees.
La tercera es la vencida
El 18 de noviembre de 1928, se proyectó en Nueva York Steamboat Willie. La historia es una parodia de la cinta Steamboat Bill, Jr., de Buster Keaton. Este corto, además de ser el primero con sonido sincronizado, también fue el primero que contó con una banda sonora exprofeso, pues Disney se dio cuenta que cada movimiento de la animación iba acompañado por sonidos y música, el público se enganchaba de inmediato con el ritmo de la historia. El score fue escrito y dirigido por Wilfred Jackson y Bert Lewis, e incluyó un par de canciones muy populares de la época.
No sólo fue un rotundo éxito de taquilla, sino que a la fecha está considerada en el lugar 13 de las 50 animaciones más relevantes de la historia y en 1988 fue seleccionada por la Biblioteca del Congreso de los EE.UU. para ser preservada en su Registro Nacional de Cine.
El aprendiz de brujo
La década de 1930 fue muy fructífera para Disney, al grado de que en 1932 los Premios de la Academia le pidieron una animación especial para su quinta entrega: Parade of the Award Nominees, en la que por primera vez Mickey aparece a color y los nominados a Mejor Actriz y Actor fueron dibujados para anunciar el premio.
En 1935 se proyectó The Band Concert, la primera animación producida en Technicolor que, además de incluir a los personajes más icónicos de Disney —Mickey, Donald, Goofy, Clarabelle, Horace…—, se volvió punto de referencia de cómo sincronizar una cinta con música orquestal. Su resonancia fue tal, que ese mismo año Disney recibió un premio especial en París de la Liga de las Naciones «por crear a Mickey: símbolo de concordia y la buena voluntad». A la fecha —según una encuesta entre ilustradores profesionales— se considera la tercera mejor animación de la historia.
Si quieres conocer la historia completa de Mickey Mouse, te invitamos a leerla en Algarabía 171.