Entremos de lleno en materia y veamos qué es exactamente lo que le quieren decir los que comentan temas relacionados con los signos zodiacales.
Desde tiempos muy remotos, los astrólogos observaron que, visto desde la Tierra, el Sol parece recorrer cada año un camino en la bóveda celeste, al cual se le conoce como eclíptica. En su recorrido anual, el Sol «atraviesa» doce casas, cada una durante casi un mes. Esos sectores son las constelaciones de las que los signos zodiacales toman su nombre.
La constelación en la que el Sol estaba en el momento de nuestro nacimiento es nuestro signo solar, y según los astrólogos, ese signo determina nuestras características individuales más esenciales; es el signo que consultamos según el mes en el que nacimos. Sin embargo, de acuerdo con la astrología, existen otros cuerpos celestes que influyen en la vida de las personas, como la Luna y los planetas. La posición que esos planetas tenían en el momento exacto en el que nacimos se interpreta en las cartas astrales, que ofrecen un horóscopo personal y detallado.
La palabra zodiaco proviene del griego ζῳδιακός zodiacós, «círculo de animales». Es la banda que circunda la esfera celeste y que atraviesa el Sol cada año.
Además, existe el ascendente, que es el signo que cruza el horizonte al momento del nacimiento, y que se asigna de acuerdo con la hora en la que una persona nació. El ascendente determina la personalidad y la forma en la que las demás personas nos describen. Es decir, si una persona tiene el signo solar Aries, pero su ascendente es Escorpión, puede ser que comparta las características de ambos signos y que su personalidad sea más compatible con la descripción general de Escorpión. Las personas que tienen el mismo ascendente y signo solar muestran las características más emblemáticas de su signo.
Conoce qué es lo que te depara el destino leyendo la nueva Algarabía Extra 06: los enigmas de la astrología.
