adplus-dvertising

Audrey Hepburn

Audrey Hepburn debe a su talento como actriz, bailarina y cantante: un Oscar, un Grammy, un Emmy y un Tony.
Awdrey Hepburn

Audrey Hepburn es una de las contadas artistas que, gracias a sus atributos de actriz, bailarina y cantante ha ganado un Oscar, un Grammy, un Emmy y un Tony.

Clásica

Estrella de cine. Ícono de la moda. Embajadora de la UNICEF. Tres cualidades que hacen de Audrey Hepburn una mujer eterna. Nació en un municipio de Bruselas, Bélgica, y a los 10 años le tocó ver los inicios de la ii Guerra Mundial. La niña flaquita, estudiante de ballet, fue testigo de los horrores bélicos e incluso llegó a admirar tanto a Ana Frank que se comparaba con ella. Continuó sus estudios de bailarina, pero al final optó por ser actriz.

Tras varios papeles secundarios en películas y obras de teatro, en 1951 tuvo la oportunidad de hacer el papel protagónico en el musical de Broadway Gigi. Colette, la autora de la novela adaptada a musical, dijo que Audrey era la auténtica Gigi.

Algunos años antes de su muerte, Hepburn desarrolló una intensa labor humanitaria orientada a los enfermos de sida y a la desnutrición infantil. Al morir de cáncer, a los 63 años, se dijo que «el cielo había ganado un ángel».

Vanguardista

La carrera cinematográfica de Audrey Hepburn es tan significativa que, según el American Film Institute, es la tercera gran estrella femenina de todos los tiempos, sólo antecedida por Katharine Hepburn y Bette Davis. El salto a la fama lo dio con la película Roman Holiday —La princesa que quería vivir— (1953), por la cual ganó el Oscar a Mejor actriz. Fue nominada a este premio cuatro veces más, pero hasta 1992 obtuvo un Oscar honorífico por su labor humanitaria.

Trabajó con grandes directores, como Billy Wyler, George Cukor y Blake Edwards. Películas como Sabrina (1954), War and Peace —Guerra y paz— (1956), Charade —Charada— (1963) y My Fair Lady —Mi bella dama— (1964) la colocaron en la cima de Hollywood, pero fue Breakfast at Tiffany’s —Muñequita de lujo— (1961) la que hizo de ella un ícono de la moda y una imagen inolvidable en la historia del cine.

Ícono de la moda

Desde la filmación de Sabrina, Hepburn y el diseñador Hubert de Givenchy se hicieron amigos. Cuando la actriz fue seleccionada para protagonizar Breakfast at Tiffany’s —Truman Capote, el autor de la novela en la que se basaba la película, quería que fuera Marilyn Monroe—, Givenchy se encargó nuevamente de vestirla. Los trajes sencillos y elegantes acentuaron su estrecha cintura y su figura se estilizó gracias a los atuendos, los peinados y las joyas.

El personaje de Holly Golightly mirando el escaparate de la joyería Tiffany’s de Nueva York o con un cigarro en larguísima boquilla pendiendo de sus labios son imágenes que están grabadas en el imaginario colectivo, como símbolos tanto de lo fashion, como de una obra de arte de la cinematografía.

Compartir en:

Twitter
Facebook
LinkedIn
Email

Deja tu comentario

Suscríbete al Newsletter de la revista Algarabía para estar al tanto de las noticias y opiniones, además de la radio, TV, el cine y la tienda.

Las más leídas en Algarabía

Scroll to Top