Inmigrar
Y tú ¿cómo dices?
Y tú ¿cómo dices?
por Rob Chirico
¿De qué le van a echar la culpa a la mujer que, según los mitos, existió antes que Eva y puso Adán en su lugar, es decir, solo con su Paraíso?
De ser palabra que despertaba el terror a una voz tierna.
Frente a la tragedia y el infortunio, resignación y profunda convicción se expresa en esta palabra perdida en la traducción.
Etimológicamente no deriva del latín jecur, o del griego hepatos, sino que se remonta a una antigua costumbre gastronómica, que hoy tiene que ver con un platillo francés.
En la actualidad, los fiesteros suelen llamarle antro a un bar o, más propiamente, a un sitio exclusivo para oír música a altos volúmenes y bailar. Poco a poco, los esplendores del mambo y del cha cha chá disminuyeron, y los cabarets dejaron de llamarse así.
¿Alguna vez te has alegrado de la infelicidad de otra persona?… —no mientas, sabemos que sí— bueno, pues hay una palabra para eso.
María del Pilar Montes de Oca nos aclara el origen de la palabra «chocar»
¡Ah, qué chida es la CH!