De la regulación de las drogas
Aunque parezca sorprendente, hace décadas los niños podían comprar alcohol y anfetaminas como si fueran dulces.
Aunque parezca sorprendente, hace décadas los niños podían comprar alcohol y anfetaminas como si fueran dulces.
Un «toque» nunca cae mal… o tal vez sí.
Esta droga libera unos químicos que logran «engañar» al cerebro para mandar señales de hambre. Esta estimulación se lleva a cabo en las neuronas proopiomelanocortinas (POMC), normalmente relacionadas con la sensación de saciedad.