Loco, loco, pero no loquito
Locura: crónicas e historias de una mente enigmática.
Locura: crónicas e historias de una mente enigmática.
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La siguiente historia es un ejemplo de cómo las obsesiones y el aislamiento no siempre son buenas compañías.
Foucault se resistía a las biografías, pues decía que la constante evolución de su personalidad, al igual que sus obras, le daban una existencia pública.
Adolf Wölfli fue un hombre trastornado, desequilibrado e incomprendido, pero con un don innato y admirable para el arte.
Nació en Londres en 1757, dentro del seno de una familia de clase media y, digamos que, gracias a estos dones, fue que el chico comenzó a desarrollar su arte —mucha de su inspiración se debe, en gran parte, a las visiones.
Una razón —aparentemente simple— por la que sólo unos pocos se acercan al psicoanálisis es la idea errónea de que el tratamiento psicoanalítico está dirigido a los que coloquialmente etiquetamos de «locos».