1947… un año para recordar
Hace frío en 1947: el invierno es tan intenso que se congelan las cataratas del Niágara y empieza la Guerra Fría.
Hace frío en 1947: el invierno es tan intenso que se congelan las cataratas del Niágara y empieza la Guerra Fría.
La Segunda Guerra Mundial termina y todos están dispuestos a celebrarlo… menos los perdedores, claro.
Anfetaminas, antihistamínicos y antibióticos están listos para ser usados, tanto en la guerra como fuera de ella.
La Guerra Mundial no acaba aún, pero los países del Eje sufren cada vez más derrotas infringidas por los aliados.
La Gran Guerra se convirtió en la musa de muchos directores de cine, creando así cientos de películas inspiradas en ella.
En este nuevo número celebramos un logro nacional y recordamos un acontecimiento que marcó la historia de la humanidad.
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