Toda una estrella, pero del fraude
Entrar a la preparatoria adoptando la identidad de un niño muerto; a Princeton, son algunas de fechorías de James Arthur Hogue.
Entrar a la preparatoria adoptando la identidad de un niño muerto; a Princeton, son algunas de fechorías de James Arthur Hogue.
Los hackers, como se les conoce a los ingeniosos programadores, existen desde mucho antes de lo que creemos.
Historia de la fotografía que le tomaron a Johnny Cash en un concierto, dentro de la prisión de San Quentin.
Conoce los últimos deseos para cenar, los más peculiares, de hombres que estuvieron muy lejos de tener una vida ejemplar.
Malvados, audaces, inteligentes y hasta encantadores, así son los estafadores, ladrones e impostores más grandes de la historia.
Acompáñanos a viajar en el tiempo y encuentra la colección de estos datos en los minialmanaques Un año para recordar.
Como estafadores hay en todas las épocas, presentamos una historia muy, muy reciente: en Roma, la Guardia Suiza fue burlada por un australiano que se logró colar a la Congregación General del Colegio Cardenalicio.
¿Se imaginan una ciudad en la que los hombres andan desnudos, con sus partes íntimas cubiertas con oro y plata? ¿O un lugar cuyos hombres pueden comerse a su esposa si ésta le es infiel? ¿O en el que los pobladores se alimenten con serpientes?
Es un ensayo de fácil lectura, donde el autor hace un recuento de los escritores que han estado presos (y también de los presos que en la cárcel se han hecho escritores) y se pregunta qué tan válida es la premisa de que “quien es capaz de escribir un gran libro no merece estar entre rejas”.