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La manecilla, un auxiliar ortográfico medieval

El signo que fue del medievo a la era digital.

Seguramente entre una de tus muy comunes devoradoras lecturas te has encontrado, afortunadamente, con un signo icónico en forma de mano con el índice extendido, su nombre es «manecilla» según dicen expertos de la lengua, para no nombrar a tantísimas academias y sus respectivos manuales.

Manecilla, signo auxiliar.

La manecilla ha sido reemplazada con el tiempo por flechas, viñetas y distintos tipos de letra —negrita, versalita, cursiva.
Este signo icónico, en el mundo ortográfico representa una función meramente importante pues su aplicación en impresos y manuscritos es llamar y dirigir la atención sobre algún tema, segmento o frase relevante del texto.  Justo como la flecha que indica que lo señalado es sumamente interesante.
Sin duda, no pertenece a los signos ortográficos que día a día llegamos a utilizar, pues la manecilla pertenece a los auxiliares que constituyen a un inventario de carácter accesorio con funciones muy diversas. No se deben confundir con signos de representación científica o técnica, pero esto no significa que no tengan valor o no se puedan utilizar, pues todos pertenecen a lenguajes formales codificados.
El misterio de la manecilla surge porque a través del tiempo se ha presentado en manuscritos, impresos y, en la actualidad en plena era digital. Sus primeros indicios datan de la Edad Media, cuando los manuscritos tenían como objetivo ser circular para comentarse y en algunas ocasiones ser marcados —en la búsqueda de conocimiento— por los lectores con el fin de señalar lo relevante en las escrituras.
Manecilla en manuscrito.

Con la invención de la imprenta la manecilla se trasladó a los libros impresos y su lugar predilecto era justo en el margen de los mismos, junto con un par de notas trazadas por lectores empedernidos.
Al salir de la mayoría de los libros de texto el signo auxiliar se alojó en señales de transito, sellos de correo y los más utilizados: el cursor y los emojis —sin duda, ya un lenguaje. La manecilla subsistió al lenguaje oral, escrito y tecnológico, en donde  conquista a todo aquel infiltrado en la era digital. Ésta sólo es la historia de un signo a través del tiempo y espacio. Y tú, ¿qué tanto lo utilizas?

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