Plumas Algarabía – Algarabía https://algarabia.com Algarabía Thu, 13 Mar 2025 19:28:21 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7.2 https://algarabia.com/wp-content/uploads/2021/06/favicon.png Plumas Algarabía – Algarabía https://algarabia.com 32 32 Cartearse en 2020 https://algarabia.com/cartearse-en-2020/ Mon, 10 Mar 2025 18:57:16 +0000 https://algarabia.com/?p=93482

La información no genera vínculo; los objetos, sí.
Byung-Chul Han

Los mensajes por chat en mi celular iban y venían en mayor cantidad que de costumbre. «No salimos ni al súper», «Mi hermano está contagiado», «Por fin puedo tomar el curso de arte que tanto quería, ahora es por videoconferencia». Estábamos confinados a raíz de la pandemia declarada como tal por la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo de 2020 y ocasionada por el virus SARS COVID-2 . Sólo nos quedó la virtualidad para seguir estando cerca.

Conforme pasaron los meses, la intensidad en los grupos de chat continúo, parecía que, a más mensajes, más vínculo. «Les mando una foto de hoy, por primera vez salimos, fuimos al Bosque de Chapultepec», nos escribió mi amiga Frinee. Me detuve y quise hacer memoria, ¿qué recuerdos estaba forjando con mis amistades? Cada nuevo mensaje anulaba el previo, las fotos que me enviaban sobre sus vidas pronto se perderían entre los cientos de piezas de información almacenada en la nube. Pensamos que volveremos a las fotos y a los videos porque lo digital sobrevivirá por siempre gracias a la gran capacidad de memoria en nuestros dispositivos y en la nube. La verdad es que es tanto volumen intangible que se nos olvida.

Sólo basta una carta o postal

No había forjado recuerdos con mis amistades durante los meses de aislamiento causado por la pandemia, ni recuerdos sobre los sucesos de su vida, ni sobre su sentir porque no había compartido momentos presenciales con ellos. ¿Qué hacer?

—Miren lo que me encontré—, irrumpió Óscar en el grupo de chat de mis amigos de la licenciatura. —Esta postal de Barcelona me la envío Gloria en el año 2000.

Quedamos asombrados. Gloria se arrancó a chatear sobre sus recuerdos en ese viaje. Yo recordé que era una asidua escritora de cartas en mi adolescencia, enviaba unas dos al mes a mis amigas, quienes me respondían, a veces con postales de sus ciudades o de los lugares que visitaban.

Yo estaba felizmente confinada en la Riviera Maya, en Quintana Roo, ¿por qué no enviarles postales de su bello arrecife de coral y de la zona arqueológica de Tulum, que mira al mar turquesa? Aproveché que algunos comercios comenzaron a abrir para buscarlas en Playa del Carmen. En un viejo portapostales pintado de blanco, oxidado y casi vacío, encontré suficientes.

Contagié a mi esposo y envío dos postales. ¿Se habrá debido a que el último regalo que le dio su mejor amiga antes de morir de cáncer fue el bonche de cartas y postales que ellos intercambiaron?

Salvador colgó en el refrigerador la postal que recibió de Carla Pascual

Como en los viejos tiempos

Cuando le escribí su postal a Maylin, recordé con ella los cursos de literatura que tomamos juntas; con Salvador, nuestras idas al teatro; con Dulce, Gloria y Tonatiuh, encuentros que se pospusieron por la pandemia y la promesa de retomarlos en cuanto fuera posible. Luego de tres semanas, me contactaron para agradecerme el detalle y Gloria tomó la estafeta, así que le compartí los domicilios de nuestros amigos de la licenciatura. Unos meses después Luis Pablo y yo recibimos sus postales de Mazatlán. Ella me escribió: «Carlita: disfruto de tomarme el tiempo de sentarme a escribir las postales junto con un café, de valorar lo más especial de mi viaje y escribirlo en la postal». Me sentí motivada para enviar una segunda ronda de postales, esta vez, de Morelia tomadas bajo el lente del cronista de la ciudad José Antonio Romo.

«Estuve en Morelia, donde crecí, un par de meses con mi madre. El home office ha sido un regalo para mí. Mi mamá me compartió recetas de cocina y yo le leí mi autobiografía sobre mi vida en Qatar, una obra que me llevó años escribir. Sabía de su enfermedad y mi madre sucumbió al cáncer en mayo», le escribí a Alejandro, cuya madre murió cuando éramos compañeros en la licenciatura.

A Alberto le envíe un abrazo especial por el fallecimiento de su padre por esas fechas. «Ahora ellos viven en nosotros», le escribí. Más adelante envíe una postal a Maylin: «Sigo en Morelia, viendo qué hacer con las propiedades, amistades, el hogar que fue Morelia para mí. Supongo que tuviste que hacer lo mismo cuando migraste de La Habana a la Ciudad de México”.

A Dulce le escribí: «Es momento de echar mano de tantos años de meditación, yoga, terapias, rituales; tú me has acompañado en ese camino». Y a Carmina, cuyo padre falleció hace varios años, le compartí que no supe cómo, pero de repente algo hizo click en mí y logré lo que anhelé por tanto tiempo: reconciliarme con mi madre. «Ahora me siento más vinculada con ella que nunca». Ironías de la vida y de la muerte.

También aproveché para echar una o dos fotos de recuerdo en el sobre junto con la postal, es decir, me di a la tarea de buscar dónde imprimir las fotos digitales almacenadas en mi computadora. Tristemente, solo Frinée, Leonardo y Dulce recibieron su sobre con la postal y fotografía y nunca me llegó la postal que me envió Luis Pablo desde Australia.

Postal del Jardín de las Rosas en Morelia, Michoacán, enviada a Frinée

También internacionales

Me queda el recuerdo de la postal que me envió Gloria de su viaje a Alemania. Está impregnada de uno de los sucesos más importantes en su vida: el nacimiento de la hija de su hermano, la única sobrina de la familia, y cuya llegada al mundo motivó su viaje, junto con la boda de su hermano y conocer a la familia política. Con razón escogió la postal de un jardín de tulipanes colorido, lleno de vida.

Si quieres aventurarte a enviar postales, envíalas en sobre y por correo certificado de Correos de México, así es más probable que alcancen su destino. Y si lo alcanzan, sentirás alegría de compartir un recuerdo tangible en la era digital.

Carla Pascual recibió una postal de Alemania por parte de Gloria

PD: Me gusta escribir cartas, me gusta recibirlas, pero me desmotiva que no alcancen su destino. Hace unos 15 años, propusimos una transformación para Correos de México; había que modificar la red logística. Puede sonar muy complicado, pero esta solución no resultaba amenazante porque no implicaba despedir personal ni introducir maquinaria, aspectos a los que se niegan los sindicatos y otros involucrados. Era un buen momento para la transformación del servicio postal mexicano, pues no había tantos proveedores de mensajería como ahora. Pero Purificación Carpynteiro, quien comenzó esta transformación, no quiso quedarse como titular, sino que se fue a buscar una subsecretaría. No alcanzó a escuchar nuestra propuesta y quien la sucedió, no tuvo interés en implementarla. Y así ha seguido pasando el tiempo y aumentando el deterioro de Correos de México.


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Maestro de maestros: Arturo Toscanini https://algarabia.com/arturo-toscanini/ https://algarabia.com/arturo-toscanini/#respond Wed, 19 Feb 2025 04:55:01 +0000 https://algarabia.com/?p=75843 El siglo XIX vio nacer, entre muchos otros, un curioso fenómeno musical: el surgimiento de un ejecutante todopoderoso y con el potencial de alcanzar el estatus de superestrella que, sin embargo, no tocaba ningún instrumento ni cantaba, sino que se limitaba a permanecer de pie sobre un podio, moviendo las manos o blandiendo un pequeño bastón —refinado con el tiempo a la más ligera batuta—. Me refiero, desde luego, al director de orquesta Arturo Toscanini.

Sin duda, uno de los nombres que más contribuyó a la mitificación de esta figura fue el italiano Arturo Toscanini, quien falleció un 16 de enero, pero de 1957, a punto de cumplir noventa años. Su larga y fructífera carrera le permitió abrevar de la tradición romántica decimonónica y de algunas vanguardias del siglo XX, luchar contra el fascismo y oponerse a los experimentos musicales más radicales e incluso llegar a incursionar y convertirse en pionero de las transmisiones radiofónicas, las grabaciones discográficas y los programas de televisión.

Nacido en 1867, de humildes orígenes parmesanos, fue violonchelista en distintos teatros de ópera y orquestas regionales hasta que, fortuitamente, hubo de reemplazar de última hora a un director ausente, pues era el único de entre los músicos que se sabía de memoria la partitura completa. Gracias a su perfeccionismo implacable, disciplina de trabajo incansable, memoria privilegiada y, sobre todo, enorme respeto por la partitura y reverencia ante el compositor, se volvió, a partir de entonces, un cotizado y afamado director, avisado lo mismo en el repertorio sinfónico que operístico, germánico que mediterráneo —algo rara vez igualado—.

Maestro de maestros: Arturo Toscanini
vía: Pixabay

Presidió sobre notables estrenos, en estrecha colaboración con los compositores (es el caso de La Bohème Turandotde Puccini, Pagliacci de Leoncavallo o el Adagio para cuerdas de Barber); estuvo al frente de las orquestas del Teatro alla Scala de Milán, la Metropolitan Opera de Nueva York, la Filarmónica de Nueva York y la NBC Symphony Orquestra —creada ex professo para él, luego de exiliarse de la Italia fascista en Estados Unidos—; mientras que su participación en los festivales de Salzburgo, Bayreuth y Lucerna alcanzó alturas legendarias.

Pese a la merma de su fama tras su muerte y a las críticas formuladas en torno a su rigidez rítmica, tempi desenfrenados o sequedad de texturas; su desdén por obras más vanguardistas; la mala calidad de sus grabaciones; o, especialmente, sus tiránicos modos de dirección… su influencia es indiscutible, en tanto socio y mentor de grandes solistas (Enrico Caruso, Fiódor Chaliapin, Vladimir Horowitz, Jascha Heifetz…), pionero de la difusión y pedagogía musicales ante nuevos y masivos públicos, promotor del profesionalismo orquestal y la técnica rigurosa de los ejecutantes, defensor de la democracia y los derechos humanos frente a las dictaduras y puente entre Brahms y Sibelius, Verdi y Shostakovich, entre los teatros provinciales iluminados con velas y las audiencias televisivas, entre dos siglos de música «clásica». 

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Cartearse en los 90s https://algarabia.com/cartearse-en-los-90s/ Fri, 14 Feb 2025 18:59:36 +0000 https://algarabia.com/?p=93358 En el departamento de mi madre, donde crecí en Morelia, aún tengo varias cajas con pertenencias mías. Llevan ahí un par de décadas, así que decidí no postergar más la depuración. Además de libros, fotos y algunos juguetes entrañables, en alguna sesión de limpieza me topé con un bonche de cartas, unas 250. Las vi con nostalgia por esa época en la que mis amistades no sólo eran las que vivían en Morelia, sino aquellas que se habían mudado de ella o que conocí en el extranjero. Llegaba de la escuela y cada semana revisaba el buzón. Y es que acumular 250 cartas en seis años, equivale a recibir tres cartas al mes de mis amistades.

Bonche de cartas de Carla Pascual

Yo carteo, tú carteas

Me recosté en la cama y comencé a leerlas. Estaban escritas en papel a raya, algunas en papel rosa mexicano, verde soldado, amarillo fosforescente, azul cielo, y otras en papel decorado y hecho específicamente para cartas. Incluso tuve la fortuna de ser el destinatario de una con letra manuscrita en tinta azul en papel hueso membretado con el nombre del remitente, Lucila Gutiérrez Ladrón, y metida en su sobre que hacía juego. Era una compañera del trabajo de mi mamá, quien me escribió una carta bien sentida cuando cumplí 15 años y comencé «a ser una mujercita», según sus propias palabras. «Recuerda que la “búsqueda” no termina nunca y que tendrás que enfrentarte a retos. Solo así encontrarás tu propia y verdadera realización y con ella, la felicidad que mereces», me escribió.

Durante la secundaria, las cartas de mis amigas hablaban sobre cómo habían pasado las vacaciones y cuando no estaban de vacaciones, sobre cuánto les urgía estar de nuevo de vacaciones. Supongo que yo hacía lo mismo. Llegaron a enviarme postales de sus viajes, por ejemplo, de Hawái, Puerto Vallarta, Lisboa, Disneylandia, Italia o Veracruz. No faltaban las tarjetas del día del amor y la amistad celebrado el 14 de febrero, de cumpleaños y de Navidad.

Verónica fue amiga mía durante nuestra infancia cuando ella llegó a Morelia, luego de que su familia fue desterrada de Chile por la dictadura de Augusto Pinochet. Volvió a su país en 1985 y en sus cartas me platicaba de sus amigas, a quienes conocí cuando fui a visitarla en 1990 a Temuco, Chile. Un suceso que le impactó especialmente fue el embarazo de una de sus compañeras a los 13 años. Aunque la escuela no la expulsó, su compañera se fue.

Durante la preparatoria, mis amigas me escribían sobre los chicos que les gustaban, como Oliva, que se había mudado de Morelia a Xalapa al concluir la primaria. «Bernardo me encanta y no me hace el más mínimo caso. A otra chica también le gusta y él se ha portado grosero con ella, así que mira, hasta mejor que yo no le guste, ya me doy cuenta de cómo es él». Oliva siempre me decía que me extrañaba muchísimo y que ojalá nos reuniéramos en algunas vacaciones, cosa que no sucedió.

Salió de entre el montón la carta en papel bond en la que mi novio Leonardo se me declaró un 14 de febrero. Él dibujaba muy bien y dibujó en la carta un coche deportivo junto con la pregunta «¿Quieres ser mi novia?», a lo que le respondí que sí, supongo que en una carta muy sencilla porque yo no tengo ninguna habilidad para el dibujo. No encontré ninguna carta más de Leonardo para mí.

El correo ya llegó

Mi amiga Erika me llegó a escribir luego de que se mudó a Ciudad de México para cursar la preparatoria. Ya hacíamos nuestros pininos en la poesía y me envío varios de sus poemas. Lo más curioso fue recibir, en el mismo sobre, la carta de Eduardo, un amigo suyo que llegó a su casa en compañía de Ligia en ese momento. Me imaginé la escena:

—¿Qué haces, Erika?
—Escribo una carta a mi amiga Carla.
—Mmm, yo también quiero.
—Pero ni la conoces— replica Ligia.

Pero Eduardo se sentó a escribirme cómo Ligia había chocado su «fabulosa nave espacial» al tratar de estacionarse entre el muro y un Gran Marquis nuevecito en el estacionamiento subterráneo de un centro comercial en Polanco. Ella se limitó a escribirme en tinta roja «Hola, yo soy Ligia». Al releerlo, Eduardo me pareció un bully, pues en su carta se dedicó a narrar los choques de automóvil de sus amigas, no sólo el de Ligia. Se despidió diciendo que me escribiría la próxima vez que Erika lo hiciera, pero no tengo ninguna otra misiva de él y tampoco recuerdo haberlo conocido en mis varias visitas a Erika a Ciudad de México.

Las cartas que, de nuevo, más me sorprendieron por su riqueza fueron las que me escribió Fernando Llanos desde Florencia, Italia, cuando fue a estudiar, grabado en 1994. A veces eran un diario, pues las escribía durante varios días y sumaban tres o cuatro cuartillas. «Nos acabamos de salir a la Piazza Savonarola porque hace un clima sabrosón y es más chido escribir la cartita al aire libre; claro que me traje mi Walkman con The Cure adentro para amenizar todavía mejor». Podía escucharlo nítidamente al leerlo. También me indicaba cómo leer algunas expresiones: con tono fresa: «Mil gracias por tu carta que está mega (te lo juro)»; con tono Álex Lora: «el frío ya se está yendo a la chingada de aquí». Además, hacía dibujos en ellas o les pegaba recortes de fotografías. Disfrutaba escribirme y para mí, leer sus cartas era toda una diversión.

Carta de Fernando Llanos desde Italia a Carla Pascual

¿Regresar el trend?

Pertenezco a la generación de transición entre el mundo análogo y el digital, así que alcancé a recibir cartas escritas en computadora en 1995. En 1996, recibí unas cuantas más, pues el año previo había comenzado la licenciatura y escribí cada vez menos. Aún recuerdo haberme esforzado por escribirle a varias amigas sobre mi nueva vida en la Ciudad de México y correr hacia la oficina de correos que se ubicaba en la calle de Parroquia en la Colonia Del Valle antes del cierre y enviar las cartas. Estudiar la licenciatura fue demasiado abrumador y abandoné mi pasatiempo epistolar.

Todavía alcancé a recibir la dirección de correo electrónico de varias amigas e intercambiar algunos correos con ellas. Únicamente a Oliva la volvía ver en Ciudad de México, luego de rastrearla arduamente en las redes sociales; a Verónica la tengo en Facebook, mas no intercambiamos; y amigos que hice en mis estancias en Canadá y Francia les perdí la pista para siempre. El intercambio epistolar no fue suficiente para mantener una amistad y supongo que en la era digital mandarnos mensajes por chat o por las redes sociales, tampoco lo es.

Continuará.


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Fin de semana en Seúl https://algarabia.com/fin-de-semana-en-seul/ Fri, 06 Dec 2024 22:53:29 +0000 https://algarabia.com/?p=92472 Las anchas aceras de Seúl, capital de Corea del Sur, se desbordan de peatones y los coches detenidos en las avenidas no encuentran escape. Estoy apretujada en el tumulto de carne y lámina de la segunda megalópolis del mundo. El cielo azul apenas se asoma tras los edificios que forman un horizonte artificial. Frente a mí está el Railway Bridge, que en realidad son cuatro puentes masivos de piedra y acero por donde circula el metro con un trote ágil y ruidoso. Desfilan ante mí un vagón tras otro; decido seguir a uno, desaparece a lo lejos y clavo mi vista en el nuevo escenario: el río Han. Estoy parada en su ribera verde, amplia y diseñada para recorrerla a pie o en vehículos no motorizados.

A las orillas del Han

A inicios de este siglo, Seúl fue objeto de una transformación para convertirla en una ciudad más habitable. Se construyeron o remodelaron espacios públicos y naturales que invitan a sus habitantes a salir y divertirse. En ellos, se forjan un fin de semana tras otro las tradiciones del siglo XXI. Así que, para adentrarme en esta megalópolis renovada, me dejo llevar por el río Han, cuya ribera es un excelente ejemplo de la transformación de Seúl.

Río Han al atardecer

Pedaleo mi bicicleta rentada sobre la pista, flanqueada por pasto y matas silvestres, mientras las familias comienzan a llenar los juegos infantiles con sus risas en esta tarde de viernes. Al dejarlos atrás, el silencio se extiende poco a poco hasta asentarse. Los edificios no dejan de emerger a mi paso, pero la naturaleza que se cuela entre ellos suaviza el paisaje urbano. A mi izquierda, los edificios de departamentos alternan con pinos y enredaderas; a mi derecha, el anaranjado atardecer es tinta que corre por el río y telón de fondo de los edificios de Gangnam, distrito financiero y pudiente.

Llama mi atención el parque Yeouinaru abarrotado de pequeñas tiendas de campaña, así que devuelvo mi bicicleta para explorarlo. Los coreanos trabajan muchas horas, pero también han de pensar que en la vida hay más que el trabajo y la escuela, y que existen los amigos y la ribera del río Han para reunirse con ellos. Las noches de los viernes vienen y rentan un kit que incluye un par de sillas plegables, dos tapetes plásticos y la tienda de campaña, todo perfectamente acomodado en un vagón rojo que jalan desde el puesto de renta hasta la ribera. La cena huele a puerco y pollo asados que compran en uno de los tantos puestos callejeros a la redonda. Otra opción es ordenar comida y recibirla de los servicios de entrega en uno de los diferentes puntos de entrega establecidos a lo largo de la ribera, porque la entrega a domicilio ya es una tradición en la ciudad.

Me siento en una banca de madera en la Marina Seúl y me dejo acompañar por la brisa nocturna y las baladas románticas de un dueto amateur. La hiperactividad de la ciudad queda atrás. Para los que estamos aquí, no hay mejor manera que ésta de empezar el fin de semana.

Bienvenido a hanok

Hanok en el barrio antiguo de Bukchon

La mañana siguiente, abro los ojos y lo primero que veo son las vigas de madera del techo. Me estiro y me siento bien descansada luego de haber dormido sobre un colchón en el piso. Me hospedé en uno de los varios hanok —casa tradicional coreana— transformado en hotel en el barrio antiguo de Bukchon. La habitación es acogedora por sus muebles de madera, al igual que su piso e intrincada cancelería tallada que acoge las ventanas de papel.

Corro la puerta para salir y veo las demás habitaciones organizadas en torno al pequeño jardín central, que tiene en una esquina un conjunto de arbustos bañados de rocío. Me encuentro con mi anfitriona y aprovecho para preguntarle por qué los coreanos dormían, comían y trabajaban sentados sobre el piso. Los pájaros trinan como si quisieran responderme mientras ella me explica que se debe al sistema de calefacción tradicional, ondol, que calentaba el piso durante los inviernos de temperaturas bajo cero. Se echaba leña en hornos y el calor se dispersaba por los ductos subterráneos para calentar las diversas capas del piso: lajas de piedra, barro y el papel tratado con aceite en la superficie. Actualmente, los ductos del ondol transportan agua caliente.

Cosplay tradicional coreano

En el mismo barrio de Bukchon, visito el Palacio Changdeokgung, el mejor preservado de los cinco de Seúl y construido por la dinastía Joseon (1392-1897) para vivir en él. Por su vasto terreno, abundan los pabellones de madera de paredes rojas, puertas amarillas, plafones con motivos en verde y azul, y tejados negros rematados por figuras de demonios para proteger al edificio —según la creencia—. Pero lo que más llama mi atención son las decenas de jóvenes que pasean portando la vestimenta tradicional en variados colores y que hoy los coreanos usan para ocasiones especiales: el hanbok. La versión femenina consta de una blusa de cuello y manga larga, y una falda acampanada hasta los pies que se ajusta debajo del pecho; mientras que la masculina, tiene una chaqueta a la cadera o a la mitad de la pantorrilla y pantalón amplio para poder sentarse en el piso, por supuesto.

Jóvenes vestidas con hanbok de visita por el Palacio Changdeokgung

En el Jardín Secreto, antes reservado para la familia real, mi curiosidad me lleva a acercarme a una pareja. «¿Que por qué venimos vestidos en hanbok? Porque es divertido escogerlo en las tiendas de renta e imaginar que somos la realeza», me responde la mujer sonriente en su blusa roja y falda azul marino con encaje beige que integran su hanbok. «Y compartir las fotos en redes sociales», añade el hombre. Yo me divierto imaginando que las visitas de los jóvenes cada fin de semana hacen florecer a los lotos de los estanques del Jardín Secreto y despertar a sus quioscos del sueño en el que acogen encuentros, como cuando los emperadores venían aquí a relajarse de las presiones de gobernar.

Paz y barullo

Ya es tradición que la calle Insa-dong, ubicada en el barrio cultural del mismo nombre, se cierre al tránsito de vehículos cada sábado. Tanto turistas como locales visitan sus galerías de arte contemporáneo y de antigüedades; tiendas donde comprar tazas, platos y floreros tradicionales de celadón —porcelana verde—, así como productos coreanos de belleza, una industria pudiente. La alegría tiene el sonido de las pláticas animadas de los comensales en los restaurantes callejeros y de las sartenes que fríen la carne que comerán. Yo prefiero comprar a una pareja de ancianos una bolsa generosa de castañas recién tostadas sobre el comal.

Insa-dong está cada vez más concurrida y es momento para mí de escapar a un lugar donde pueda estar de nuevo a mis anchas. Escojo recorrer el gran parque Namsan en un autobús de la línea N. El parque acoge el Teatro Nacional de Corea y la Librería Pública de Namsan, cuyos edificios contemporáneos contrastan con secciones de la muralla de piedra, Hanyangdoseong, que protegía la antigua ciudad. Llego a la cúspide del monte Namsan, ocupada por la Torre de Seúl, que cuenta con un observatorio para ver la ciudad en 360 grados. Prefiero asomarme por el mirador gratuito, sin vidrio de por medio, a admirar esta ciudad que logró transformarse no sólo para ser más habitable, sino también divertida con sus tradiciones del siglo XXI. Me despido de los primeros árboles otoñales del parque, del río Han y, a lo lejos, del horizonte natural de Seúl formado por sus cerros rocosos.

Vista de Seúl y de su muralla restaurada

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Esculpir la piedra: Tecali de Herrera https://algarabia.com/esculpir-la-piedra-tecali-de-herrera/ Tue, 05 Nov 2024 20:15:38 +0000 https://algarabia.com/?p=92383 Tecali se traduce del náhuatl como ‘Casa de Piedras’. Ubicado a 45 minutos de la ciudad de Puebla, hace honor a su nombre. Se encuentra rodeado por yacimientos de piedra, pero no cualquier piedra, sino de ónix y mármol que durante siete décadas los artesanos han aprendido a cortar, tallar, esculpir y pulir para entregar piezas resplandecientes que engalanen nuestras casas.

Carla en Tecali de Herrera

La amplia y arbolada Plaza de Armas es un buen lugar dónde comenzar este viaje por piedras fulgurantes. Ahí se encuentra el bello y grande ex convento franciscano de Santiago Apóstol, que ya reabrió sus puertas luego de la pandemia causada por la covid-19. La construcción está rodeada de pasto, que se extendió para penetrar parte de sus ruinas. Según el Sistema de Información Cultural, empezó a construirse en 1569 sobre las ruinas de un par de conventos erigidos casi 30 años antes y se concluyó en 1579. «En el estado de Puebla existen cuatro conventos que por el tipo de construcción se consideran basílicas, el de Tecali es uno de ellos, y es el único que a pesar del tiempo está completo. Este Ex Convento es un claro y uno de los mejores ejemplos del estilo renacentista, que fue restaurado en el año de 1967»[1].

Ónix y mármol

A su costado se ubica la Iglesia San Pablo Apóstol del siglo XVII. Los colores de su fachada combinan con los de las casonas del pueblo: pintada en blanco y en rojo su puerta de madera y sus vértices y columnas. Además de sus tres retablos estilo barroco bañados en oro, exhibe detalles que no había visto en otro templo y que me dicen que estoy en Tecali. Presenta las esculturas de los santos con letreros hechos en ónix blanco, que tiende al amarillo, e iluminados por dentro con el nombre de cada uno de ellos. Eso caracteriza al ónix: ser la única piedra natural traslúcida, por lo que alcanza su máxima belleza en piezas que se presten para ser iluminadas. También por ser translúcido se le considera piedra semipreciosa y, ya que entramos en detalles técnicos, el ónix es un mineral de formación volcánica.

Fue la primera piedra que se trabajara en Tecali y las tiendas alrededor de la Plaza de Armas y de la calle principal presumen lámparas rectangulares de piso o esféricas, mesas de centro, bases de comedor y de barras, marcos de espejos y otras superficies, todos ellos iluminados. Más allá de que la pieza impresione a la vista por cómo la luz resalta las vetas amarillas, rojizas y grises, el mayor efecto es la ambientación que crea: envuelve en calidez, genera un confort que invita a seguir bebiendo sobre la barra de ónix del bar o a seguir la conversación en una sala con mesas de centro hechas de esta piedra semipreciosa.

Más adelante se comenzó a trabajar el mármol, pues hay algunos yacimientos alrededor de Tecali. Actualmente, también se trae de varias partes del país para ser trabajado aquí. El mármol es una piedra caliza formada a raíz de alta temperatura y alta presión, y lo hay en color blanco y negro lisos, beiges, grises e incluso rojizo. Además de usarse para pisos y superficies de muebles, las esculturas son uno de los grandes regalos del mármol. Usualmente uno contempla el mármol pulido, pero en la tienda Téllez, a unas cuadras de la Plaza de Armas, llama mi atención una escultura de un oso polar. No está pulida, sino tallada para asemejar el pelaje del animal. Pero el mármol no puede esconder su potencial de resplandor y me cautivan las decenas de destellos que brillan sobre la escultura al moverme alrededor de ella.

Tipos de ónix

Más minerales

En la misma tienda Téllez me impresionan las placas de varios metros cuadrados de cuarcita, formadas por la recristalización a altas temperaturas y presión, compuestas en un 90% por cuarzo. Una de ellas me recuerda a mi querido mar Caribe: es como si tomaras una foto aérea y vieras mezclarse las olas del mar turquesa con la arena fina. Otra cuarcita capturó el mar azul claro rompiendo contra acantilados y piedras rugosas a sus pies. Y la que más me impresionó fue a la que la dependienta de la tienda llamó dragón: rojo y negro se entremezclan. A mí me pareció el centro de la Tierra, ese magma incandescente que estalla en volcán y se enfría en lava negra. Uno puede seguirse y encontrar un paisaje de la Tierra en cada placa; con un poco de imaginación, es como emprender un viaje.

Las cuarcitas no son originarias de México, sino de Brasil, pero la tradición artesanal de Tecali sabe cómo hacerlas lucir. Una mesa rectangular de cedro para ocho personas lleva por superficie una cuarcita blanca con una franja color verde intenso y azulado, evoca una cola de pavo real a punto de abrirse. No es necesario que se abra, a mí ya me conquistó, lástima que el comedor no quepa en mi casa —ni en mi presupuesto—. Sin embargo, me llevo una lámpara de ónix en forma de ángel. Ilumina un nicho que le acondicioné en casa, su luz me recuerda a quienes me cuidan más allá de esta Tierra.

Cuarcita que asemeja al mar Caribe

Puedes encontrar a Carla Pascual en:


[1] Sistema de Información Cultural, https://sic.cultura.gob.mx/ficha.php?table=monumento_icahe&table_id=1792 , consultado el 4 de octubre de 2024.

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Bacalar, más que su Laguna de Siete Colores https://algarabia.com/bacalar-mas-que-su-laguna-de-siete-colores/ Wed, 18 Sep 2024 07:15:00 +0000 https://algarabia.com/?p=92132 Quintana Roo es selva, arena fina y mar turquesa del Caribe. Bacalar da un giro a ese paisaje con su larga laguna y su fuerte que la protegía de los piratas durante la época de la Colonia. La laguna es uno de los pocos cuerpos de agua superficial permanentes en la Península de Yucatán, pues su suelo calcáreo filtra el agua en lugar de permitir su acumulación. El agua dulce de su laguna se pinta de siete colores, o más, debido a la profundidad cambiante de la laguna y conforme los siete cenotes de diferentes diámetros y profundidades distribuidos a lo largo de ella reciben los rayos del sol. Sus nombres nos dan una idea de los colores de la laguna: Cenote Esmeralda y Cenote Negro.

Viva desde su formación

Recorrer, nadar o esnorquear en sus aguas poco profundas a través de un tour en lancha —$200 pesos por persona— o en los balnearios, que cuentan con restaurantes o palapas donde disfrutar los alimentos que uno lleve. Estos balnearios se encuentran en el mismo pueblo de Bacalar, como El Aserradero, o a 20 minutos de él en coche, como Sac-Ha y Xul-Ha —nótese que la pronunciación de la x en maya suena como sh, mientras que la h es como una j suave.

Vista aérea de la Laguna de los Siete Colores y su Cenote Negro.

Además, en la laguna conocerás los primeros ecosistemas de la Tierra y a los cuales debemos que la vida haya florecido. Se trata de los estromatolitos, formaciones de carbonato de calcio compuestas por microorganismos cuyo hogar ha sido la laguna desde hace entre 6 000 y 10 000 años. Según la Dirección de Ecología de Bacalar, dominaron el planeta primitivo y lo cambiaron completamente al oxigenarlo y crear la capa de ozono. A medida que las plantas y los animales fueron evolucionando, empezaron a desplazarlos, ya sea por competencia o porque se los comieron. Actualmente, los estromatolitos aún existen en sólo 12 países y México es uno de los pocos afortunados.

Estromatolitos, los primeros ecosistemas del Planeta.

El lado humano

Pero el poblado de Bacalar también tiene historia: es la población más antigua de Quintana Roo, fundada debido a su posición estratégica en el año 435 d. C. por los itzáes, una rama de los mayas chontales, los mismos que fundaron Chichén Itzá. Bacalar es, desde la época prehispánica y hasta finales del siglo XIX, un sitio de importancia para el comercio y, por lo tanto, víctima de ataques, debido a su ubicación geográfica al sur de Quintana Roo y sus posibilidades de comunicación con el mar, el interior de la Península y con Centroamérica, se sabe que las rutas llegaron hasta lo que es hoy Honduras.

Navegar a lo largo de los 42 kilómetros por los que se extiende la laguna evita cruzar a pie la selva baja espesa de la región. En época de lluvias, las tierras bajas inundables entre la zona norte de la laguna y la bahía de Chetumal forman canales que ofrecen acceso al mar.

¡«Bacalarrrgh»!

Durante el siglo XVI, las ciudades del Caribe, como Bacalar, Isla Mujeres y Cozumel, fueron blanco de saqueos constantes de los piratas. En el siglo XVII, se intensificaron los saqueos a los barcos mercantes, pues fue el auge del tráfico de esclavos y del inicio de las grandes plantaciones de café, algodón, tabaco, azúcar y palo de tinte, madera altamente cotizada para fabricar sus embarcaciones.

Los españoles construyeron el Fuerte de San Felipe en 1733 contra los ataques de piratas y contrabandistas de palo de tinte, además de haber firmado el «Tratado de América» en 1670 con Inglaterra para reconocer el derecho de los británicos de comerciar e instalarse en el Nuevo Mundo y para combatir la piratería conjuntamente. Este fuerte de cuatro baluartes, una docena de cañones y una fosa finalmente dio seguridad al poblado de Bacalar. El comercio de palo de tinte, azúcar y ganado porcino floreció y con él, la prosperidad.

Un fuerte artístico

Abierto al público —excepto los lunes—, el Fuerte de San Felipe es ahora museo de sitio y alberga exposiciones temporales, como la Exposición Colectiva Visual Arquitectura Colonial y Arqueología en Quintana Roo, con dibujos de niños y adolescentes del Semillero Creativo de Artes Visuales de Bacalar, que nos muestran su territorio a través de sus ojos.

Iglesias, construcciones mayas y el balam, ‘jaguar’ en maya, es lo que aprecian de su territorio los niños autores de estas pinturas.

En la exposición permanente del museo sobre la historia de la zona, aparece la pirata Mary Read, que ha inspirado varias novelas, videojuegos y hasta canciones. ¿Cómo logró una mujer colarse entre los piratas? Desde pequeña, su madre la vistió de niño para hacerla pasar por el hijo que perdió de su esposo difunto y seguir recibiendo pensión de la abuela paterna. En la adolescencia y haciéndose pasar por hombre, se enrola en la marina británica y se casa con un soldado. Muerto su marido, viaja como marinero rumbo a las «Indias Occidentales», pero su barco es capturado por el pirata Jack Rackham y su pareja Anne Bonny, a quienes acompaña en sus expediciones. Fue capturada por fuerzas del gobierno de Jamaica junto con el resto de la tripulación y muere ahí en prisión en 1721.

Fuerte de San Felipe al atardecer.

Como su misión fue proteger la laguna, el Fuerte de San Felipe ofrece una bella vista panorámica de ella… y también del cielo. Así que es el lugar ideal para disfrutar el atardecer. El cielo se pinta de rosas, naranjas y rojos que trastocan los azules de la laguna hasta fundirlos con el azul oscuro de la noche de Quintana Roo.


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Viaje espiritual a Angkor https://algarabia.com/viaje-espiritual-a-angkor/ Fri, 23 Aug 2024 19:28:58 +0000 https://algarabia.com/?p=91835 Vine a Angkor a encontrarme con las dos doctrinas espirituales que más me atraen: el budismo y el hinduismo, que, curiosamente, contrastan entre sí. El budismo y la práctica de la meditación han tranquilizado mi mente, mientras que el hinduismo me divierte con las innumerables historias donde se entrelazan sus miles de deidades y respectivas encarnaciones ataviadas en colores fosforescentes.

La zona arqueológica de Angkor comprende más de 40 templos,
construidos entre los siglos VII y XV de nuestra era bajo el Imperio jemer.

Angkor Wat y el hinduismo

Construido como la capital del Imperio jemer y el templo a Vishnu, dios de la preservación, Angkor Wat no podía ser menos majestuoso de lo que es. Es tan grande y tiene tantos detalles seductores como sensuales, bailarinas apsaras de curvas pronunciadas y tocados elegantes, que uno tarda más de un día en apreciarlo. Así que no demoro el encuentro que me trajo aquí: visitar los bajorrelieves tallados con episodios del Mahabharata y el Ramayana, los textos épico-mitológicos de la India, sobre las osadas aventuras, trágicas desventuras y maliciosas intrigas por las que pasaron deidades, héroes y villanos.

Vista aérea de Angkor Wat, el templo más grande jamás construido.

Angkor Wat, el templo más grande en la historia, honra al Mahabharata, el poema más largo jamás escrito, con el bello bajorrelieve sobre la Guerra de Kurukshetra, el clímax de esta obra, en la que morirán todos los guerreros salvo los cinco comandantes del bando victorioso. Esta guerra pone fin al largo conflicto por el trono de Jastina Pura entre los Pandavas y los Kaurava, primos de dos ramas de la familia real y que crecieron como hermanos bajo el mismo techo.

Decenas de soldados en el bajorrelieve escoltan a Arjuna montado en un elefante dirigido por Krishna, una de las tantas encarnaciones del dios Vishnu, para enfrentar a Karna, comandante del ejército enemigo. Arjuna tiene el rostro encendido de enojo y el bícep exaltado a punto de lanzar la flecha que mata a Karna. Su triunfo se convierte en desconcierto y tristeza cuando su madre le revela que Karna era su medio hermano; esto es sólo una pequeña probada del intenso drama familiar del Mahabharata que me cautivó.

Bajorrelieve en el que Arjuna asesina a su medio hermano Karna durante la batalla de Kurukshetra,
narrada en el Mahabarata.

Después me dirijo a la cima de Angkor Wat, cuyas cinco torres se afilan con la altura y representan el Monte Meru, la casa de los dioses del hinduismo. La torre central es tan empinada que tengo que ayudarme con las manos por las escaleras exteriores, como si escalara un monte de verdad. Desde lo más alto, me maravillan el cielo azul infinito y la vista aérea de Angkor Wat, que es una representación del universo hindú:en un primer plano, un par de galerías concéntricas con sus torres representan las sierras circundantes del Monte Meru.

Más abajo está la Terraza del Honor, una gran superficie cubierta de pasto con un par de estanques artificiales donde viven flores de loto. Más allá, el portal de piedra se extiende como una muralla que encierra el área de Angkor Wat y para concluir, la fosa representa los océanos míticos que rodean la tierra. Sigue llenándose de agua a pesar de su inmensidad y de haber sido construida en el siglo XII, bajo el reino de Suryavarman II.

Angkor Wat y el budismo

A las 5:00 de la mañana ya me espera afuera de mi hotel Samnang para llevarme a Angkor Wat en su tuk tuk, un triciclo motorizado. Los visitantes van a contemplar el amanecer, pero yo voy a algo distinto. Sobre el camino pavimentado y envuelto por la selva densa en penumbra, Samnang acelera y el motor del tuk tuk parece una ruidosa matraca. Pero el canto de cientos de cigarras es aún más ruidoso y me obliga a taparme los oídos. Salimos del túnel de las cigarras y desciendo para cruzar la fosa de Angkor Wat por su puente de piedra. Alcanzo apresurada la Terraza del Honor, donde el sol comienza a desplegar sus rayos tras las torres del Monte Meru. El templo y el cielo naranja rosáceo se reflejan apaciblemente en los estanques. Pero yo no vine a este espectáculo.

Subo al primer recinto y la oscuridad casi total en las escalinatas me detiene, no por temor a caerme, sino porque sus altos techos me intimidan. Todos volvieron a sus hospedajes a prepararse para el día y el recinto está vacío, no me equivoqué en venir a esta hora. Así que venzo el miedo y sigo hacia arriba por las escaleras apenas iluminadas por el sol naciente para llegar a la Galería de los Mil Budas, que aún conserva poca más de una docena. Algunos están de pie y otros sentados, unos son gordos y otros flacos, son de madera o de piedra, pero todos con esa sonrisa ecuánime del Buda.

Me acomodo a meditar en las escalinatas de una de las cuatro fosas descubiertas de la Galería de este santuario que se convirtió en budista a finales del siglo XII. Soy la única alma en Angkor Wat, cierro los ojos y siento la espiritualidad que irradia el Monte Meru a mis espaldas, bañado con el naranja del amanecer. Ya no hay mil budas, pero como si los hubiera, los siento acompañarme en mi meditación, siento la paz que alcanzaron los monjes budistas que se han sentado aquí, como yo, en busca del silencio.

Galería de los Mil Budas en Angkor Wat.

Ta Prohm, piedras y raíces

Los arqueólogos se esmeran por librar las zonas arqueológicas de la maleza. ¿Qué pasa cuando permiten que la vegetación siga creciendo? Ta Prohm es un misterioso ejemplo de ello. Hace 300 años una semilla germinó en el techo de la entrada del templo, ahora el árbol de seda ha alcanzado unos cuatro pisos de altura. Y como éste, hay más de una decena. El tejido raíces-piedras en el que se convirtió Ta Prohm es tan exótico que atrajo a quienes filmaron la película Lara Croft: Tomb Raider (2001).

Árbol de seda sobre Ta Prohm.

Ta Prohm fue construido como templo hindú en el siglo XII de nuestra era durante el Imperio jemer, pero quienes lo aprovecharon fueron los monjes budistas, un siglo después de su construcción. Para fortuna del templo, los árboles de higo y de seda que dominan sus edificios son huecos y, por lo tanto, pesan poco. Su búsqueda por el suelo ha marcado el destino de Ta Prohm: las raíces de los árboles de seda se abren paso entre las piedras y desfiguran su alineación; las más gruesas parecen tentáculos que envuelven el templo, se cuelan por las ventanas, alcanzan la tierra, se prolongan por metros hasta que la penetran y se arraigan. Mientras, los árboles de higo seducen Ta Prohm cubriéndolo con cabelleras de raíces enmarañadas.

Ta Prohm y sus árboles viven un gran amorío. Como explica el arqueólogo Claude Jacques, las raíces actúan como soporte del templo. También son su debilidad: cuando el árbol muere o es derribado por una tormenta, una parte del templo se derrumba junto con él. Entonces, queda ante nosotros un corazón roto: grandes piedras tiradas sobre el suelo que ni el arqueólogo logra reconfigurar.

Raíces de árbol de higo cubren el templo.

En mi exploración, me adentré por puertas enmarcadas con raíces para continuar por pasillos en penumbra. Busqué la luz en los huecos cavados por los árboles en los techos y los vi alzarse al cielo. Salí a los jardines y me detuve a contemplar a las bailarinas apsaras, talladas sobre los muros, las cuales se asoman sonrientes entre sus marcos de raíces. Subí por montículos de piedras derribadas, la mayoría de las veces, no había paso y di marcha atrás.

Llegué a una conclusión: Ta Prohm podría ser un templo dedicado al Dios hindú Shiva, encargado de destruir el universo y dar paso a su recreación. Bajo su poder, los árboles desbaratan Ta Prohm y lo recrean.

Fin.


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La Biblioteca de México: un espacio para los niños y las niñas https://algarabia.com/la-biblioteca-de-mexico-un-espacio-para-los-ninos-y-las-ninas/ Mon, 29 Apr 2024 19:54:51 +0000 https://algarabia.com/?p=91238

Lectura, juego y convivencia para las familias el Día del Niño y a diario

Me recibe un espacio semiabierto lleno de colores. Se trata del piso cubierto por foamies, cubos, cilindros y demás figuras geométricas hechas en espuma para que los niños jueguen con ellos. Además de colores, el espacio está lleno de risas de un hermano y una hermana retozando, y sus padres que contemplan. Esto es apenas el comienzo en el área infantil, compuesta por seis espacios en torno a un jardín cubierto con pasto y dominado por una frondosa jacaranda. Los juegos de mesa, como scrabble y dominó, y juguetes de tipo bloques de construcción y un caballito mecedor, invitan a los niños y sus padres a seguir divirtiéndose dentro de la ludoteca y en la bebeteca.

Área infantil de juego en la Biblioteca de México en la Ciudadela. Foto: Carla Pascual

Los libros y México

La Biblioteca de México, ubicada en la Ciudadela, fue inaugurada en 1946 por José Vasconcelos, su primer director, en el edificio de estilo neoclásico y ornato sobrio construido en piedra a finales del siglo XVIII para instalar la Real Fábrica de Tabacos de la Nueva España —según la página web de la misma Biblioteca—. A partir de la guerra de Independencia de México, el edificio tuvo varios usos políticos y militares, como haber sido prisión del insurgente José María Morelos y Pavón previo a su fusilamiento en 1815. De techos altos y muros gruesos, en 1816 fue destinado a Parque General de Artillería y utilizado como depósito de armamento, almacenes de sanidad militar, talleres de maestranza y armería, prisión política, cuartel, hospital y laboratorio.

De misión militar a misión educativa, el edificio actualmente acoge salas con colecciones generales, la biblioteca personal de cinco intelectuales mexicanos fallecidos, una sala para personas con discapacidad visual y la sala infantil para niños y adolescentes de cero a 17 años.  Otro espacio para compartir es la sala de literatura infantil, con miles de libros de cuento, poesía y novela provenientes de varios países para disfrutar entre padres e hijos en los sillones color naranja. Si está cerrada, basta con pedir a los encargados de la sala infantil que la abran. Ellos pueden buscar en el catálogo títulos de tu interés o, mejor aún, puedes adentrarte en la estantería abierta y dejarte sorprender por el libro que te tienda la mano.

Sala de literatura de la Sala Infantil de la Biblioteca de México en la Ciudadela. Foto: Carla Pascual

Actualidad

La sala de alfabetización digital y consulta, pintada en amarillo y con sillas color naranja, cuenta con computadoras y enciclopedias y representa un recurso invaluable. «Aquí vienen niños y adolescentes vecinos de la Biblioteca a hacer sus tareas, o niños cuyos padres trabajan a la redonda, como ese par de niñas», me dice el encargado de la sala. Estos mismos niños y adolescentes llegan a aprovechar las actividades culturales programadas cada mes, como cursos para escribir poesía o cómo hacer un podcast.

Por si esto fuera poco, el Foro Polivalente recibe representaciones de las artes escénicas para todas las edades. En el Patio Octavio Paz, contiguo a la Sala Infantil, se ofrecen conciertos los fines de semana, incluidos conciertos para niños. Al ser el Patio Octavio Paz un espacio semiabierto y no una sala de conciertos, resulta menos imponente para ellos. No sobra mencionar que el personal de la Biblioteca de México se esmera en invitarte a que la disfrutes, ya sea explicándote las actividades, los acervos, la historia del lugar o atendiendo cordialmente tus peticiones. Saben la riqueza pública que ella resguarda y ofrece y el valor para sus usuarios. Así que la sala infantil y la Biblioteca de México son para disfrutar no solo en fechas especiales, sino también a diario.

Sala de alfabetización digital y consulta de la sala infantil de la Biblioteca de México en la Ciudadela. Foto: Carla Pascual

La Biblioteca de México está abierta de 9:00 a 19:30 diariamente, excepto los días de asueto oficial. Entrada libre. Se ubica en la Plaza de la Ciudadela #4. Col. Centro. Ciudad de México. Hay estacionamiento en la calle o en el estacionamiento del Mercado de Artesanías La Ciudadela y cicloestación de Ecobici. Estación Balderas del Metro y del Metrobús. Informes para el área infantil en el número telefónico 55 41 55 08 00, ext. 3887/ BM_SalaInfantil@cultura.gob.mx

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¿Quiénes son las «pobres criaturas»? https://algarabia.com/quienes-son-las-pobres-criaturas/ Mon, 11 Mar 2024 22:57:56 +0000 https://algarabia.com/?p=91197 Barbie y Oppenheimer estaban catalogadas dentro de las mejores películas del año 2023, hasta que llegó Pobres Criaturas y comenzó a meterse entre las nominaciones y a ganarles algunos premios. Oppenheimer me confirma que Christopher Nolan es uno de los mejores directores-guionistas actuales y probablemente, de la Historia. 

Barbie es una película sobre género muy necesaria desde los años 70, luego de la liberación sexual y de que las mujeres comenzaron a participar más numerosamente en casi todos los ámbitos sociales. ¿Les será tan fácil desenvolverse como a los hombres? La película Barbie muestra sin tapujos las asimetrías sociales entre los hombres y las mujeres, de las cuales no somos conscientes. A través del discurso feminista del personaje Gloria, la película transmite explícitamente lo que millones de mujeres sienten y no han logrado articular sobre las exigencias hacia la mujer en las sociedades industriales y posindustriales. Además, muestra cómo podría ser un mundo de sólo mujeres. Es indispensable producir más películas sobre las brechas entre los géneros y darnos cuenta de ellas.

©Disney

Criatura hermosa

Sin embargo, Pobres Criaturas se convirtió en mi favorita. Si no la has visto, mi opinión tal vez te revele mucho sobre ella. El griego Yorgos Lanthimos, su director, se propuso retos que logró magistralmente; combinó los géneros de fantasía científica, comedia oscura y drama con los estilos artísticos victoriano, art decó y futurista, para lograr una época atemporal y un mundo coherente. 

Además, Pobres Criaturas me cautivó porque Bella, su protagonista, muestra una manera de ganar libertad frente a las conductas humanas y a los acontecimientos —cosa que cualquier persona puede decidir responder como lo hace Bella—.Por si hay duda, aclaro que no es una película de autoayuda o que pretenda dar lecciones de ningún tipo.

Origen

Pobres Criaturas es una adaptación de la novela homónima del escritor, poeta y artista escocés Alasdair Gray publicada en 1992. La película trata de la vida de Bella Baxter, quien fue la creación del científico Dr. Godwin Baxter. Él rescató del río a una mujer embarazada que intentó suicidarse al lanzarse de un puente y le trasplantó el cerebro del feto. A lo largo de la película, atestiguamos el crecimiento de Bella de bebé a niña, luego a adolescente hasta que llega a ser mujer. 

Cuando alcanza la adolescencia, su curiosidad por salir de la mansión en Londres en la que vive encerrada con su creador, el Dr. Godwin, la motiva a irse a recorrer el mundo con el gigoló abogado Duncan Wedderburn. En este viaje por Europa y África la protagonista se descubre a sí misma, al mundo y la variedad de conductas humanas.

Personajes

Bella encarna la inocencia, la naturalidad y la experimentación. Es un lienzo blanco contra el que se estrellan colores que representan las conductas humanas: la conducta obsesiva, representada por el padre de Godwin, quien lo castró con el afán de hacer experimentos científicos; la evasión de nuestras emociones, encarnada en Godwin y su elección de utilizar la ciencia y la racionalidad para conducirse; la deshonestidad, mostrada por los marineros; el pragmatismo y la lucha por la supervivencia, ejemplificados por la matrona; la crueldad y el afán de dominio, representados por Alfie. 

El personaje más radical es el abogado Duncan, que encarna la inmadurez y el narcisismo. Duncan también nos muestra la locura en la que nos enfrascamos cuando nos ponemos en la posición de víctima ante sucesos fuera de lo que esperamos o deseamos, ante la imposibilidad de reconocer a quien está frente a nosotros y de no tomarnos personales sus acciones, ante la imposibilidad de reconocer nuestra herida y aquello externo que la hace doler.

Bella le dice a Alfie que antes de él, otros habían tratado de mantenerla prisionera. La sociedad constantemente busca someter la inocencia y la naturalidad para mantener el control o el status quo, no es plenamente permisiva de la experimentación, pues ésta puede afectar grandes intereses económicos, políticos y religiosos.

©Disney

Reflexiones

Ante estas conductas humanas y la opresión de las mismas en Bella, ella responde siendo consciente de sus emociones sin victimizarse, sin tomarse personal nada de lo que le sucede o el daño que otros le infligen con sus actos. Bella se muestra responsable de su situación en lugar de culpar al de enfrente por ella, como lo hace el herido abogado contra Bella cuando se da cuenta de que no puede dominarla como lo hizo con las mujeres anteriores. Ella no sufre porque no tiene apegos a objetos, a relaciones, a ideas o al pasado, simplemente vive el presente.

El budismo identifica al apego como la causa del sufrimiento y la protagonista no responde a las personas ni a los acontecimientos con juicios, prejuicios o condicionamientos sociales. Es decir, Bella se conduce en libertad —que por cierto, son principios de la práctica del budismo y de la meditación, como estar en el presente, el desapego, la observación y la ausencia de prejuicios.

Al terminar de verla, sólo queda para el espectador responder por qué la película tiene ese título, y ¿quiénes son las «pobres criaturas»?

©Disney

Redes sociodigitales:

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Remakes, reboots y spin-offs: la nostalgia vende bien https://algarabia.com/remakes/ https://algarabia.com/remakes/#respond Fri, 07 Jul 2023 14:49:00 +0000 https://algarabia.com/?p=76110 Bien lo han dicho: «Recordar es volver a vivir», aunque parece ser que la tendencia del mercado visual —especialmente el cine y la televisión—, desde hace unos años pa’cá, se rige por esa frase.

S’a huevo se han dado cuenta de esto, ¿no?, cómo muchas cosas con las que crecimos de niños-pubertos-adolescentes «están volviendo» o teniendo «continuaciones». Y el target principal del trend nostálgico de ahorita somos los «niños» de los 90s y los «bebés» de los 2000, que ya tenemos pelícanos en la costera y algo de varo en nuestras carteras.

Piensen en los niños

Tal es el grado que ya incluimos tres anglicismos en nuestro lenguaje cotidiano: remake, ‘volver a hacer’, reboot, ‘reinicio’, y spin-off, ‘subproducto’ o ‘derivado de’; que incluso, decimos: «Seguro ya van a “rebootear” la saga». Ejemplos de esto los vemos con la cantidad de Supermans, Batmans y, por supuesto, con Spider-Mans —No Way Home, che peliculón—, todo con la excusa de que a cada generación le toque su versión de la «misma» historia.

Ejemplos curiosos de remakes, reboots y spin-offs de algunas franquicias:

  • Godzilla (1954)Tiene 2 reboots japoneses uno de 1984 y el otro de 1999,  y 2 remakes gringos, la infame de 1998 y la de 2014 —que se volvió universo cinematográfico por agarrarse del chongo con cierto simio gigante.
  • James Bond. Aquí está difícil interpretar si realmente cada uno de los Agentes 007 han sido remakes reboots de sir Sean Connery. El punto es que van 5 señores Bond y no se sabe quien será el —o la— siguiente.
Remakes, reboots y spin-offs: la nostalgia vende bien
No Time to Die, 2021, Legendary Pictures, Warner Bros.

Conoce todo sobre el agente 007 en Algarabía 198

  • Las Tortugas Ninja (1990). Tiene un reboot de 2014 dirigido por Michael Bay…
  • Star Trek (1966). Originalmente una serie de televisión que continuó con muchas otras series y películas. Técnicamente hablando —e incluso oficializado—, Star Trek únicamente tiene un reboot, iniciada por la película de 2009 que terminó siendo trilogía —hasta el momento.
Remakes, reboots y spin-offs: la nostalgia vende bien
Star Trek, 2009, Bad Robot, Spyglass Entertainment, Paramount Pictures
  • The Punisher (1998). Tiene dos películas reboot, una de 2004 y otra de 2008, además de una serie de Netflix (2017), que también es un spin-off de la serie Daredevil —que a suvez, es un reboot de la película del 2003.
  • The Terminator (1984). Parece chiste pero es real. La franquicia tiene dos peculiares reboots: Terminator: Genisys (2015), que también funge como precuela y secuela —¿qué?—, y Terminator: Dark Fate (2019), la cual es una secuela directa de Terminator 2: Judgement Day (1991), ignorando el resto de películas y serie.
Remakes, reboots y spin-offs: la nostalgia vende bien
The Batman, 2022, Warner Bros., DC Entertainment.
  • Batman (1989). Aquí se pone curiosa la cosa. Si bien ya van a ser 6 sujetos que se han puesto el traje del Caballero de la noche, la franquicia sólo tiene 3 reboots: Batman Begins (2008), Batman vs. Superman (2016) The Batman(2022). Tanto Val Kilmer como George Clooney son «el mismo murciélago» que Michael Keaton.

Y si creen que ahí acaba la situación, se equivocan. Sin embargo, será discusión para otra ocasión —verso sin esfuerzo.

Sigue leyendo:
Batman vs Superman: Capas sucias
Batman: Cuando el abismo te devuelve la mirada
El Western: una aproximación en dos que tres balazos

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