Las alas del bronce

Entre lo humano, lo etéreo, lo terrestre y el bronce, Jorge Marín —artista figurativo contemporáneo— expresa su obra desde su inconciencia, de manera que reinterpreta los símbolos que históricamente pertenecen a la sociedad: reajusta y crea un lenguaje que culmina en el espectador.
Marín es un escultor mexicano que ha creado su propio universo con las propiedades del bronce, su imaginativo y su tenue, pero obsesivo deseo de perfección y vuelo. Por lo que, su proceso creativo ha atravesado por diferentes facetas que son parte importante de su identidad como artista.

Personajes alados, enmascarados, empoderados, agresivos, observadores, que son esculpidos con bronce —metal que dado su proceso es ideal para aproximarse a los detalles anatómicos— han sido una frecuente muestra de su arte. Sin embargo existen más categorías que provienen de la retrospección de la mitología prehispánica, la Comedia del Arte, situaciones lúdicas, fragmentos y navegación.
«El arte es una herramienta indispensable para generar sociedades más reflexivas y pacíficas», Jorge Marín
La contemplación y la reflexión son acciones que provocan las piezas del escultor, pero como él ha declarado: «me gusta que con mi obra se dé un diálogo muy íntimo: la suerte de espejo donde tú mismo reflexiones sobre tus miedos, tus deseos, tus fantasías…».  Es decir, su arte queda a la interpretación de cada espectador, es por eso que una de sus mayores ambiciones es exhibir sus obras en espacios públicos para que miles de personas sean parte de su lenguaje.

Con el fin de penetrar en la cotidianidad del ser humano y transformarla, su trayectoria —25 años— lo llevó a mezclar la perfección de la anatomía con el bronce para hacer más realistas sus piezas surrealistas que sin duda representan la dualidad de su obra, misma que reclama un «equilibrio de la vida».

La formula de crear esculturas frías, pero de fantasía ha sido la clave para que el arte de Jorge Marín vuele a otros continentes y proponga debates del pasado o futuro. 260 exposiciones individuales y colectivas han sido parte esencial de conectar con una cosmovisión de «introspección infinita» que ofrece el artista a su público.
En las avenidas más emblemáticas de México puedes encontrar distintas piezas del hombre que junto con el bronce te invita a dialogar…