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Discordar, concordar, acordar, recordar

Revisemos algunas palabras que se derivaron del latín cor, ‘corazón’.

El corazón es un órgano de naturaleza muscular, común en todos los vertebrados y en algunos invertebrados. Aunque su función específica es impulsar la sangre por todo el cuerpo, por convención cultural decimos que el corazón es el centro de los sentimientos, deseos y pasiones —por eso es común decir que alguien que sufre la pérdida del amor tiene «roto el corazón»— así como nuestras intenciones oscuras, de odio y dolor.

Me opongo

En primer lugar, discordar proviene del latín discordāre y significa ‘oposición, desavenencia de voluntades u opiniones’.

Según la mitología griega, todos los dioses del Olimpo fueron invitados a la celebración de las bodas de Tetis y Peleo —padres de Aquiles—, excepto Eris, diosa de la discordia —llamada precisamente Discordia en la mitología romana—. Fue tal la ira en su corazón por haber sido excluida, que ideó un plan para desquitarse: la diosa arribó a la fiesta con una manzana dorada y se la dio a Zeus para que la ofreciera a la más bella de las deidades, provocando una disputa entre Atenea, Hera y Afrodita.

Zeus, para no tener que escoger entre su esposa y sus hijas, ordenó a Paris, príncipe de Troya, que eligiera a la ganadora; éste, seducido por la promesa de concederle a Helena —esposa de Menelao de Esparta—, favoreció a Afrodita y poco después secuestró a Helena; con ello, la venganza de Eris desató la guerra de Troya.

Por eso, cuando hablamos de la «manzana de la discordia» nos referimos a un conflicto menor que puede llevar a una gran disputa, muy difícil de solucionar.

Foto de Robina Weermeijer en Unsplash.

Así sí baila m’ija con el señor

Ahora bien, concordar es el antónimo, palabra derivada del latín concordāre, ‘coincidir, estar conforme, decir o expresar lo mismo’. La contraparte de Eris era la diosa Harmonía —o Concordia en la antigua Roma—, diosa del acuerdo y el entendimiento. Harmonía fue dada en matrimonio a Cadmo, rey de Tebas, y aquélla fue la primera boda en la que tanto dioses como humanos fueron invitados y convivieron en paz.

¿’Tamos en la misma página?

Por otro lado, la palabra acordar tiene raíces en la palabra accordāre, de a, ‘aproximar’ y cor, ‘corazón’, es decir, «aproximar el corazón»; significa ‘determinar, resolver deliberadamente un conflicto, poner de acuerdo, conciliar o componer’. Se podría decir que cuando se llega a un buen acuerdo entre dos personas parece que sus corazones laten al unísono, mientras que si no lo hay, parece como si latieran descompasados. En otro sentido, acordar también puede significar ‘remembrar o traer a la memoria’;

Recordar, al igual que acordar, proviene del latín recordāri: el prefijo re implica que algo se repite o vuelve a suceder, en este caso un conocimiento o experiencia del pasado es recurrir al cajón de la memoria de la mente o, en sentido figurado, del corazón. La relación entre la memoria y el corazón en el castellano actual puede encontrarse en frases como «llevo guardado tu recuerdo en el corazón» —en cierto modo, un pleonasmo— y en otros idiomas como el francés, la expresión «de memoria» se dice par coeur, y en inglés, by heart.

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