Las solteronas
Cuando a mi abuela le preguntaban por Teresita decía: «¡Ay Teresita, pobrecita!» Y contaba la historia de una de tantas solteronas.
Cuando a mi abuela le preguntaban por Teresita decía: «¡Ay Teresita, pobrecita!» Y contaba la historia de una de tantas solteronas.