El beneficio de las ventosidades
Es harto probable que Adán y Eva empezaran a ventosear cuando abrieron los ojos, cuando fueron condenados a labrar la tierra por su desobediencia, pues resulta indudable que el trabajo produce pedos.
Es harto probable que Adán y Eva empezaran a ventosear cuando abrieron los ojos, cuando fueron condenados a labrar la tierra por su desobediencia, pues resulta indudable que el trabajo produce pedos.
Giacomo Girolamo Casanova pudo haber pasado a la historia por su labor de diplomático, escritor o, incluso, por haber sido un ingenioso espía. Pero sí algo le otorgó «fama y portento» fueron sus conquistas amorosas.
Una filmación demuestra la existencia de un animal legendario: Pie grande.