La maldición del último templario
¡Ay, hijos de mi alma, estoy aterrada! Ayer, después de una espantosa agonía, según dicen, murió el rey de Francia, Felipe IV el Hermoso
¡Ay, hijos de mi alma, estoy aterrada! Ayer, después de una espantosa agonía, según dicen, murió el rey de Francia, Felipe IV el Hermoso