Alexander Graham Bell, ladrón de invento
Pues qué les cuento, chicos y chicas, me encuentro en una ciudad súper moderrrrna y muy industriosa, donde justamente está ocurriendo un escandalazo de esos que me encanta platicarles. Los neoyorkinos estuvieron muy pendientes de cierto juicio que duró varios meses y, al parecer, por fin ha terminado, sólo que muy pocos han quedado satisfechos …