Charlotte Brontë, una envidiosilla
Charlotte Brontë leyó Orgullo y prejuicio y no sabemos si realmente no le gustó o si de plano le dieron celos sus párrafos.
Charlotte Brontë leyó Orgullo y prejuicio y no sabemos si realmente no le gustó o si de plano le dieron celos sus párrafos.
El chisme de hoy le atañe a uno de los médicos más prestigiados de Viena, el doctor Sigmund Freud, quien trata a sus pacientes —aquejados con problemas mentales— con una nueva técnica de su propia creación llamada psicoanálisis.