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Enrique III de Francia, ¿bisexual, afeminado o… hermafrodita?

¿Conoces todos los secretos en Enrique III?
Rey Enrique III

Mis queridísimos, ando de visita por los suntuosos castillos que decoran este valle de la belle France, y, por ahora, la verdad estoy un poco desvelada, porque justo ayer fui invitada a la fiesta del año en el Castillo de Blois. Figúrense que la presidió el mismísimo rey Enrique III, quien, a sus 23 añitos, lleva un año de reinado.

Valle del Loira, 25 de febrero de 1576

¡Pero qué les cuento! Me quedé es-can-da-li-za-da con lo que vi. Fíjense nada más que el rey entró al salón tardísimo —seguramente su arreglo le llevó horas—, ¿y qué creen?, ¡llegó vestido de mujer! Sí, amiguitos, con un traje de brocado y encaje que le ha de haber costado un buen porcentaje del oro del reino. El atuendo, verdaderamente regio, tenía un escote muy pronunciado para que el monarca pudiera presumir un collar de diez hilos de perlas.

Rodeaban a Quique tercero sus mignones, un grupo de chicos de la nobleza que le acompañan a todas partes y que cuando no visten de mujeres, igual que Su Majestad, llevan trajes masculinos de última moda, muy al estilo metrosexual. Además, se bañan en perfumes, se cubren de joyas y tienen actitudes por demás sospechosas hacia el rey, quien no les hace el feo. Destacan por su gallardía dos duques: Joyeuse y D’Epernon, ambos favoritos del monarca.

Rey Enrique III de Francia

El pueblo francés, al ver cómo viste y vive su monarca, no está nada contento, pues el despilfarro se nota a leguas. Y, bueno, ya le pusieron un lindo apodo a Enrique; por muchas partes reparten panfletos en los que lo llaman «el rey de la isla de los hermafroditas», ya que, además de intimar con guapos muchachos, Enrique está casado con Luisa de Lorena, a quien dicen que quiere mucho; por si fuera poco, el monarca tiene a sus amantes oficiales del sexo femenino, aunque dicen que el amor de su vida fue la bella —y casada— María de Clèves, que en paz descanse.

En fin, chicos, que ya estoy hecha bolas, porque no sé si el rey es homosexual, bisexual, travesti, metrosexual o, simplemente, disfruta de los placeres que le salen al paso, sean cuales sean, pues se corren ciertos rumores de que su hermana Margarita ¡lo acusó de violarla! Bueno, pero este hombre no respeta ni a su familia: arrasa con todos y todas.
Y eso es justamente lo que molesta a los franceses: que su rey ande de fiesta en fiesta, pensando todo el día en qué se va a poner y con quién va a pasar la noche, y se olvide de su responsabilidad, que es gobernar Francia. A ver cuándo Enrique iii deja de andar de visionudo y se pone las pilas.
Au revoir!

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