Hace unos meses, mientras hacía trabajo de campo en la zona arqueológica de Quiriguá, Guatemala, unos turistas me preguntaron en qué estela del sitio se mencionaba el año 2012, en el que, según, los antiguos mayas profetizaron que el mundo llegaría a su fin. Contesté, de manera amable, que en Quiriguá no estaba registrada esa fecha en ninguno de sus monumentos. Sobra decir que no me creyeron.
Para los seguidores de los ámbitos esotéricos, los mayas prehispánicos fueron unos genios de la astrología que, además de haber calculado la alineación de los planetas y vaticinado el cambio climático, predijeron en sus textos —y con exactitud impresionante— el día en que la humanidad llegará a su fin, o bien, evolucionará a un grado de «conciencia superior»: el 21 de diciembre de 2012, fecha en que la humanidad entrará a una «Edad Etérea».
Es muy probable que estas «profecías» se atribuyan a los mayas antiguos debido a que, en la primera mitad del siglo xx, mucha gente creía que esta civilización y sus líderes se dedicaban única y exclusivamente a la medición del paso del tiempo y a la observación astronómica para alcanzar «un conocimiento profundo»; sin embargo, investigaciones recientes han mostrado todo lo contrario.1
A pesar de la enorme cantidad de publicaciones alarmantes o esperanzadoras que hablan acerca de las supuestas profecías, en los estudios profesionales sobre los antiguos mayas, éstas no son tratadas a profundidad. La razón de esta postura es simple: no existe ninguna profecía maya para el año 2012. Para entender los presagios entre los mayas, adentrémonos en su concepto del tiempo.
Calendarios mayas
Los mayas utilizaron diversos ciclos para medir el tiempo, y la base de éstos fue el día, llamado k’in, sobre el cual elaboraron sistemas calendáricos más complejos: a) tzolk’iin. El calendario de 260 días, un sistema que combina 13 numerales con 20 días para formar un ciclo de 260 posiciones diferentes; y b) haab’. Un calendario solar formado a partir de 18 ciclos de 20 días y un lapso adicional de 5 días, para un total de 365 días. La combinación de ambos calendarios forma el ciclo llamado «Rueda de Calendario», un periodo de 18 980 k’ines —equivalentes a 52 años de 365 días—, que es el mínimo común múltiplo de 260 y 365.
Pero los mayas no sólo utilizaron la «Rueda de Calendario», sino también la llamada «Cuenta Larga», un sistema de cómputo cronológico que se caracteriza por tener un punto de referencia absoluto —pues se inició en un día específico: el 13.0.0.0.0, ó 4 Ajaw 8 Kumk’u— y cuenta los días transcurridos desde ese momento.
Conoce más sobre los augurios, profecías y el significado del 2012 para los mayas en Algarabía 98 de noviembre, dedicada a la futurología.
María Elena Vega es una apasionada del mundo maya que, en los últimos meses, se ha especializado, sin desearlo, en el tema de las profecías mayas y el fin del mundo en 2012. Ahora se dedica a escribir artículos sobre lo que los mayas no fueron, para mostrar que cualquier civilización antigua es más sorprendente e interesante cuando se revela sin idealismos al público.
