Le presentamos en este artículo la manera de comer que propone el movimiento Slow Food, que consiste en consumir alimentos locales, saludables y de la forma más apetecible, tomándose su tiempecito y en una buena compañía. Todo lo contrario de la instantánea, hipercalórica y omnipresente fast food.
En parte porque los primeros colonizadores de la Unión Americana eran ingleses e Inglaterra se caracterizó siempre por su mala comida, por su falta de materias primas e imaginación11 v. Algarabía 48, agosto 2008; gastrófilo: «Comer en Londres»; pp. 41-46., y en parte porque llegaron a conocer un mundo nuevo en el que el pavo era el único manjar y las pequeñas poblaciones de nativos vivían aún a escala de tribus y aldeas —lo cual significaba que no habían desarrollado una cocina sofisticada—, el hecho es que los gringos nunca tuvieron «de dónde agarrarse» en cuestión gastronómica.
Pasados los años, los ee.uu. se fueron llenando de minorías — mexicana, holandesa, irlandesa, judía, sudamericana, etcétera—, cada una con sus tradiciones, que muchos conservan —como los mexicoamericanos—; sin embargo, todos los que quieren vivir en ese país deben ser primero gringos. Y por «ser gringo», me refiero a entrar en el American Way of Life, es decir, en el sistema, en el ritmo y en las formas. Una de éstas es la fast food o comida rápida,21 v. Algarabía 109, octubre 2013; gastrófilo / Puros números: «La extraordinaria ciencia de la comida chatarra»; pp. 98-105. que nace para satisfacer el gusto por lo instantáneo, rico y barato, que poco a poco se ha ido transformando en un monstruo dañino, hipercalórico, nauseabundo, bodriesco, entremezclado y repugnante, pero a la vez inamovible, inmarcesible, omnipresente, megalítico, expansivo e incólume en ese país y en algunos otros.1 3Puerto Rico es un ejemplo claro en donde la fast food ha mermado la salud, el peso y la inteligencia de la población.
Acceda a este vínculo para entrar a la página oficial de Slow Food, www.slowfood.com
María del Pilar Montes de Oca Sicilia quiere agradecer a sus padres, pero sobre todo a su madre que le haya enseñado a cocinar Slow Food y a comer tan bien.
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